jueves, 31 de julio de 2014

Los perros y los gatos nunca mueren...

Guindilla, gata preciosa
Preciosa Gundilla, espéranos en el cielo...
Julio se nos marcha triste porque ayer nos enteramos de que la pequeña Guindilla, del blog de Guindilla y Canela, se nos fue el lunes al cielo... Es triste despedir a una amiga gatuna, aunque sea una amiga vía blogosfera, porque ya son muchos años de conocernos y de conocer a unos y a otros a través de esta ventana al mundo, a sus historias y a los sentimientos que es un blog...

Aunque pueda sonar a tópico, es ley de vida que toda presentación conlleva tarde o temprano una despedida. Guindilla, Luna, Dark, Nino, Efi... Tantos amigos que nos esperan allá donde el arcoiris nace. Porque nosotros creemos en el reencuentro y eso consuela cuando hay que verles partir. Y es que toda despedida, cuando hay amor, implica también un volver a empezar.

Precisamente hace unos días descubrimos una maravillosa composición de Ernest Montague en la que se explica que los perros nunca mueren, sólo duermen en tu corazón. Os dejamos el enlace al texto íntegro en la web de Sr. Perro, porque merece la pena leerlo, y aquí os traigo solamente un párrafo especial...
Cuando piensas que tu perro ha muerto, sólo se ha quedado dormido en tu corazón. Y, por cierto, está moviendo su cola como un loco, ¿ves? Por eso te duele tanto el pecho y lloras todo el tiempo. ¿Quién no lloraría con un perro feliz moviendo la cola en su pecho? ¡Ay! Tac tac tac tac, eso duele. Pero sólo menean su cola cuando están despiertos. Entonces es cuando dicen: "¡Gracias Jefe! Gracias por dejarme un lugar calentito para dormir y además siempre al lado de tu corazón, el mejor sitio."
Con el tiempo, los perros duermen más y más tiempo, siestas más largas y cada vez duelen menos, aunque, no nos engañemos: pueden despertarse en cualquier momento y empezar a mover la cola con ese tac tac tac que traerá su recuerdo a tu memoria y quizá alguna lágrima a tus ojos...

Con los gatos pasa un poco lo mismo: aunque pueda parecerlo, ellos tampoco mueren. Se quedan dormidos en el corazón de quienes les han querido y allí, cuando están despiertos, amasan y mullen un poco rozando nuestro pecho con la punta de las uñas y eso nos duele. Pero, con el tiempo, van acomodándose y durmiendo siestas confortables y largas: nos duelen menos y su recuerdo nos hace sonreír más porque sabemos que siempre, siempre, siempre estarán calentitos y protegidos dentro de nuestro corazón.

Despedirse, como no puede ser de otra manera, es duro y cuesta y hay que acompañar en el sentimiento al que sufre el dolor de la pérdida. Pero yo lo siento aún más por aquellas personas que no tienen ni gatos ni perros durmiendo en su corazón, porque no les dolerá decir adiós pero en realidad se han perdido mucho en la vida...

¡Buen viaje, Guindi! Espéranos allá donde estés y, mientras llega ese momento, duerme plácida y acurrucada en los corazones que tanto te quisieron.

domingo, 20 de julio de 2014

¿Un consejo para ser feliz?

Pon un gato en tu vida

sábado, 12 de julio de 2014

Miremos juntos hacia el futuro...

Y es que hay ocasiones en las que nos preocupamos demasiado por lo que fue en lugar de girar la vista hacia delante y avanzar. Por eso, queridos lectores, dejemos atrás el pasado y miremos juntos hacia un futuro mejor...

Gata con mirada perdida

lunes, 7 de julio de 2014

¡Soy un gato diez!

¿Siete del siete de 2014? Déjame calcular... Sumo... Resto... Me llevo una... Mmmmm... ¿Pero será posible? ¡Si hoy celebro mi décimo cumpleaños! Ergo, ¡por fin soy un gato diez! Pero tranquilos, queridos lectores, que no cunda el pánico que para nada voy a ponerme a filosofar sobre la levedad de la vida, la relatividad del tiempo y la prestanza de la madurez... ¡Para nada! Yo prefiero pasarme el día jugando con mi juguete favorito de esta temporada, que estaréis conmigo en que lo importante no es ser un chaval sino sentirse como tal. Así que os dejo, que hay montones de cosas divertidas de las que tengo que ocuparme y una latita rica que degustar en mi honor.

¿Estoy o no estoy hecho un gatito juguetón?
Aunque antes de despedirnos, no podemos olvidarnos de enviar ronroneos para la buena de Chiqui, la gata de nuestra abuela humana por parte de humana que cumple años el mismo día que yo. ¡Felicidades, gruñona! ¡Que cumplas muchos más y que nosotros lo veamos! ¡Y felicidades a todos los amigos que hoy os hagáis un año más viejos! ¡Que vuestro día, que también es el nuestro, sea mágico y muy especial! ¡Miau y a por un montón de años más!

sábado, 5 de julio de 2014

Resultados encuesta de junio...

Perderse o no perderse: ese era el dilema que os planteábamos a través de nuestra encuesta de junio. Y aunque gracias a nuestra curiosidad felina hemos podido concluir que algunos casi, otros sí y muchos nunca, quizá lo más importante haya sido que hemos descubierto que este, el extravío de sus perros o gatos, es uno de los miedos más extendidos entre los humanos que nos cuidan. Vamos, que es hablar de la posibilidad de que nos perdamos y a muchos les recorre un escalofrío por la espalda que ni una historia de Stephen King...

Dicho esto y ciñéndonos a los votos recogidos vía Twitter y a través del blog (¡gracias a los enanillos de Blogger que por fin dejaron que el cuestionario funcionara!), podemos concluir que la mayoría de los participantes no nos hemos perdido nunca o sólo hemos estado a punto (un 61,9% de no extraviados sumado a un 4,8% que casi), quedando el reparto fijado de la siguiente manera:

¿Te has escapado/perdido alguna vez?
, 7 votos (4 en el blog, 3 en Twitter, un 33,3%)
No, 13 votos (7 en el blog, 6 en Twitter, 61,9%)
Casi..., 1 voto (1 en el blog, 4,8%)

En cuanto a nuestras conclusiones sobre huídas y extravíos, eso es todo por ahora, queridos lectores; aunque no queremos escaparnos sin antes agradecer a todos y cada uno de nuestros lectores su participación por medio de voto y/o compartiendo vivencias, reflexiones y algún que otro susto al respecto. Ronroneos para Opiniones, Maggie, Carmen, Victoria Jarque, Lídia y Gema por sus fantásticos comentarios porque sin ellos nuestra sección más cotilla no sería tan interesante. Y sin más os invitamos a que nadie se pierda (nótese el juego de palabras) ni en la vida ni nuestra próxima consulta. ¡Nos encontramos muy pronto!

Nota: Son muchos los animalillos que se han perdido desde nuestra entrada de junio y algunos los que han vuelto a casa. Por desgracia, de muchos, igual que de Roy, sigue sin saberse nada. Volvemos a publicar el aviso de este persa por si alguien de La zona de Rocafort en Valencia tiene alguna información porque, aunque pase el tiempo, la esperanza es lo último que se pierde...

¡Suerte, Roy! Tu familia te espera...
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