Me he quedado sin palabras cuando he entrado esta mañana en el blog y he visto en la encuesta el voto de alguien a quien no le gustan los gatos: entiendo que la democracia manda, pero no puedo dejar de sentir una punzada de dolor en mi corazoncito gatuno... ¡Ay, qué pena más grande!
Como tú, me he quedado sin palabras, en un blog de un gato, alguien vota que no le gustan los mininos. No te pongas triste, somos muchos más a los que sí ¡nos gustan los gatos!
ResponderEliminar¡Gracias por tus ánimos, Mai!
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