Noa, la paracaidista

La figura del gato está estrechamente vinculada a las alturas, al equilibrio y al riesgo, aunque de vez en cuando, los cálculos fallan y la caída es inevitable (Todos podemos tropezar, ¿no?) Si la caída en cuestión se produce desde varios metros de altura, el gato accidentado tendrá el insólito honor de recibir el título de "Gato paracaidista". Lo cierto es que el residir habitualmente con nuestros humanos en enormes torres de apartamentos propicia que las caídas desde alturas considerables sean cada vez más habituales; muchos han sido (y serán) los mininos componentes de este grupo tras un traspiés que, dicho de paso, podía haberles costado una o más de sus vidas...

Noa pertenece a este curioso club desde que tenía cinco meses y, un buen día, se lanzó por una ventana de casa para caer al patio del primero. Su caída fue de dos pisos, lo justo para considerarla paracaidista, aunque estoy seguro de que si hubiésemos vivido en el séptimo también se hubiera lanzado... El veterinario dijo que no le había pasado nada y al día siguiente estaba como nueva. Hay que decir que mis humanos se llevaron un buen susto, pero por suerte todo se quedó en eso. Lamentablemente, no todos los pequeños que caen tienen tanta suerte como la chiquitaja y, las fracturas, las lesiones internas e incluso la muerte no son poco frecuentes...

Lo más irónico es saber que las caídas suelen tener peores consecuencias cuando se producen desde una altura de pocos metros porque el gato no tiene posibilidad de adoptar la postura adecuada para amortiguar el golpe. En todo caso, lo importante es no permitir que las ventanas y los balcones abiertos nos tienten con cantos de sirena que pueden tener fatales consecuencias...

Os pongo la fotografía que Noa envió al día siguiente a todos nuestros amigos y familiares para decirles que estaba bien y para notificarles que, gracias a tan elevada hazaña (de dos pisos nada menos), se había convertido en toda una paracaidista!

Si queréis saber algo más sobre las alturas, los gatos y sus caídas, podéis leer los siguientes artículos:

• "El síndrome del gato paracaidista", en El gato en casa.
• "El gato y las caídas", en Mundo Gatos.com.

Gatitos cortesanos

Según la historia humana, es bien sabido que en la Francia de Luis XIII existió un hombre extremadamente poderoso que tuvo en sus manos el control de Europa. Me refiero, por supuesto, al archiconocido cardenal Richelieu. Pero no estoy seguro de que sea tan popular la pasión que este famoso ministro sentía por los gatos. Pues sí: ¡nos adoraba! Según recogen las fuentes, llegó a convivir con al menos catorce mininos a los que consentía todos sus caprichos y que residían en una estancia contigua a sus aposentos. Protagonismo especial merecen, por ejemplo, Lucifer, un gato negro que, según cuentan, hacía honor a su nombre, Ludovico el Cruel, llamado así por la violencia empleada cuando mataba a sus presas o Gazette, que tenía la costumbre de orinar sobre los invitados que no eran de su agrado. Vistos los caracteres de algunos de los gatos del señor Richelieu, podemos deducir que un psicólogo felino hubiese hecho bastante falta entre sus servidores, aunque una vez leída la biografía del cardenal es evidente que gatitos tan encantadores tenían a quién parecerse...

El caso es que los gatos de Richelieu tienen un hueco en la historia no sólo por sus malas pulgas sino por haberse convertido en los primeros herederos gatunos documentados fielmente. Tal era el amor del cardenal por sus mininos que, a su muerte en 1642, les legó alimento suficiente y una casa en la que pudieran residir, además de una cantidad considerable de dinero y un par de cuidadores. Buscaba con esto que sus adorados gatitos no pasasen ninguna necesidad cuando él faltase y así, sin pretenderlo, hizo méritos para ser considerado como un humano bastante excéntrico. Todo hubiese ido bien si no fuese porque la historieta tiene un final menos plácido de lo que Richelieu pudo imaginar: lamentablemente, esta cláusula de su testamento no se cumplió y parece ser que los mininos desaparecieron de forma algo brusca... Dejémoslo ahí, que a buen entendedor pocas palabras bastan. Lo que aquí queremos destacar no es el cruel final de los compañeros del ministro francés, sino el hecho de que gracias a su pasión por ellos, los gatos pasaron a convertirse en auténticos cortesanos a los que se les abrieron sin reparos las puertas de las mejores casas y palacios de Europa. ¡Por fin empezó a reconocerse nuestra auténtica valía!

Por si queréis saber más sobre el cardenal Richelieu y sus gatos, os dejo estos enlaces:

• "Cardenal Richelieu", en Wikipedia.
• "El Renacimiento", en Maullidos y Ronroneos.
• "Los animales más afortunados: perros y gatos que reciben herencias", en El Economista.

Un gato en un piso vacío

Os dejo aquí un poema triste, obra de una autora polaca, que nos plantea el drama del gato cuando no es él quien se marcha, sino cuando los que se van son los humanos a los que tanto ha querido.

Un gato en un piso vacío.

Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque ¿qué puede hacer un gato
en un piso vacío?
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.

Se oyen pasos en la escalera,
pero no son esos.
La mano que pone el pescado en el plato,
tampoco es aquella que lo ponía.

Hay algo aquí que no empieza
a la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre
como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.

Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibición
y se han desparramado los papeles.
¿Qué más se puede hacer?
Dormir y esperar.

¡Ya verá cuando regrese,
ya verá cuando aparezca!
Se va a enterar
de que eso no se le puede hacer a un gato.
Se irá hacia él
como si no quisiera,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.

Wislawa Szymborska

Seguro que a los humanos amantes de los gatos se os ha removido algo por dentro... Y eso es porque la tristeza, envuelta en versos, ha tocado vuestro corazón...

Si queréis saber algo más de la autora, podéis leer lo siguiente:

• "Wislawa Szymborska (1923-...)", en Brigada Pomorska.
  

Gatos urbanos

Los gatos estamos en todas partes, incluso en las paredes de las grandes ciudades. Muchos os encontraréis pinturas y murales con gato incluido a lo largo de vuestra jornada urbana... Sí, sí, os lo aseguro. ¡Mirad y los veréis! Para demostrároslo yo me he propuesto poner a unos cuantos de estos especímenes nacidos a base de brocha, spray y pintura como prueba de lo que digo. Incluso podemos convertir esto en una especie de hábito e ir colgando fotos conforme las encontremos. ¡Se aceptan (y se agradecerán) sugerencias!

La primera colección que os propongo corresponde a detalles de un mural que mi humana localizó en Barcelona, cerca de Las Ramblas. Es evidente que, en este caso, los gatos han convertido en suya una pared que sin ellos sería simplemente un muro más... Creo que sobran las palabras, porque lo que toca hoy es admirar las imágenes. ¡Espero que os gusten!

Vista general del mural.

Sobre estas líneas aparece un individuo desconcertante. Yo le llamo el gato-rata. ¿No os parece?

Gato negro con grandes bigotes en una pose bien gatuna.

Ejemplar de patas cortas y lomo oscuro. Destacan también sus bigotes.

¡Ay! ¡Qué mirada más intensa!

Lecturas, saberes y oficios

A los gatos nos encanta la lectura y lo cierto es que aprovechamos absolutamente todo lo que leen nuestros humanos (¡a veces incluso con más interés que ellos mismos!) Hay gatos que se decantan por la prensa escrita, siendo devoradores ansiosos de periódicos y revistas. A otros, les interesan más las obras de divulgación científica, dejando para los momentos de ocio todo tipo de novelas. Eso sí, los gatos somos lectores tranquilos, que nos detenemos a meditar sobre lo leído cada poco tiempo (Prestad atención a ese sobre porque implica un doble sentido: lo que quiero expresar es que los gatos solemos reflexionar sobre la información leída al tiempo que nos tumbamos literalmente sobre el periódico, revista o libro objeto de nuestra lectura) No hay mayor placer que estos momentos de relax intelectual. El conflicto surge si estamos compartiendo lectura con algún humano porque a vosotros no os gusta reflexionar y, claro, ¡así de rápido se os olvidan luego las cosas! Eso sí, a cabezota ningún humano gana a un gato y si nosotros decimos que toca meditar sobre la obra, ya podéis buscaros otro libro.

El resultado de nuestro amor por el saber y por el conocimiento es que muchos gatos son tan conocedores de una materia u oficio como sus propios humanos. Algunos michos han supervisado todo tipo de estudios, exámenes y proyectos, siendo lamentable que nadie reconozca el mérito y el esfuerzo del gato que tan pacientemente ha compartido estas experiencias. Hay gatos que podrían ser perfectamente diplomados, licenciados o incluso aprobar una oposición con mejor nota que muchos de los candidatos de dos patas. Lo sabremos Noa y yo, que hemos estudiado más Historia que muchos catedráticos universitarios. Y no podemos dejar de lado a los felinos expertos en trabajos mecánicos o de atención al público, que a través de la práctica en comercios, talleres y oficinas también se aprende mucho.

Este ha sido el panorama general hasta ahora, pero las nuevas tecnologías nos han abierto todo un mundo de posibilidades. La información disponible con un par de clicks de ratón es impresionante (y de ratones los gatos entendemos un montón... Ejem, ejem...) Será interesante descubrir hasta dónde podemos llegar...

La suerte

Deteneos un momento y pensad, queridos lectores: ¿qué es para vosotros la suerte? Buena o mala, algunos consideran que es ese motor poderoso que marca el camino de nuestras vidas. Muchas veces no se basa más que en casualidades interpretadas en función del ánimo que tenemos ese día, pero para ser algo a priori fortuito, es cierto que hay personas que le otorgan demasiada importancia.

De suerte o, para ser más precisos, de mala suerte, los gatos sabemos un montón, especialmente cuando el color negro acompaña a un micho. No hay duda: gato negro es sinónimo de mal agüero y presagio de acontecimientos nefastos (¡Hay que ver el poder que se le concede a un pelaje!) Pero aquí estoy yo para arrojar un poco de luz sobre el asunto y para echar una mano a mis gafes compañeros. Veréis, la realidad, hasta en el mundo de las supersticiones, es siempre relativa. Si el gato negro que tanto os atemoriza viviera, por ejemplo, en Inglaterra, su pelaje le convertiría en emisario de alegrías y de agradables sorpresas (¡Hay que ver cómo cambian las cosas poniendo unos kilómetros de por medio!) Por desgracia para ellos, la situación de los gatos negros españoles no es tan distinguida como la de los británicos, viéndose obligados a soportar su estigma allá por donde van. ¡El daño que puede causar un rumor! Porque, que yo sepa, nadie ha podido demostrar empíricamente que un gato negro que resida en una zona geográfica concreta sea irremediablemente un ser dañino y portador de mala fortuna. Lamentablemente, esta mala fama acompañará siempre a estos gatos, provocando que en muchas ocasiones sean tratados como pequeños apestados a causa del color de su pelaje... Así que me parece a mí que la poca o mucha mala suerte que puedan provocar la acaparan ellos mismos... Eso sí, tened en cuenta también que según la tradición popular, todo el poder maléfico del pobre gato desaparece en el momento en el que tenga un lunar blanco, por pequeño que sea, en su cuerpo (¡Hay que ver el poder que se le concede a un lunar!)

Para que conste, hay muchas personas (entre las que se incluye mi humana) que piensan que los gatos negros son preciosos, con esos pelajes brillantes y con esos ojazos que destacan sólo con entornarlos. Y que aquellos que se dejen llevar por las supersticiones, perderán la oportunidad de acariciar a una elegante pantera.

Si queréis saber más sobre gatos negros, podéis leer los siguientes artículos:

• "El gato negro", en Maullidos y Ronroneos.
• "Gatos negros, gatos positivos", en Educared.

Rumores...

Me ha llegado el rumor de que se comenta por ahí que ayer fui un pelín cursi al hablar de San Valentín. Posiblemente, sí, pero que levante la pata (o la mano) aquel que nunca se haya dejado llevar por sus sentimientos... Espero que a mis lectores no les haya molestado demasiado este traspié algo ñoño, pero es que uno, a pesar de ser un machote, ¡tiene su corazoncito!

San Valentín y el amor

Hoy es 14 de febrero, día de San Valentín y día de los enamorados. Bonito, ¿eh? Pues, como siempre, hay opiniones para todos los gustos. Para algunos es un día más en el calendario bañado con tintes materialistas; para otros todo un acontecimiento teñido de rojo pasión... Pero a mí me parece que todo aquello que esté relacionado con el amor, merece la pena. Vamos, esa es la opinión de este gato grandote, peluchón y sentimental. Y no me refiero solamente al amor de pareja... El amor a los padres, a los amigos, a la naturaleza, a la vida... ¡Esos amores también cuentan! Y por eso, en este día especial que los humanos llenan de chocolates y flores, yo quiero dedicar estas palabras a todos aquellos a los que quiero y entregarles (simbólicamente, ¡por supuesto!) mi gran corazón de San Valentín!

Y permitidme enviar también un caluroso guiño a todos aquellos humanos cuyo amor por los animales les convierte en fervientes defensores de sus vidas y sus derechos.

¡Feliz San Valentín!

¡Gracias!

Noa y yo estamos muy contentos porque una fan muy especial nos ha dedicado este retrato. Se trata de Lidia, una de nuestras lectoras habituales que, además, es toda una artista.

Para demostrarle nuestro agradecimiento a esta nueva amiga, nos sentimos orgullosos de comunicarle que acaba de convertirse en la primera Gatuna de Honor de nuestra Gatera.

¡Enhorabuena, Lidia!

La gata Muezza

"Al profeta Mahoma le encantaban los gatos. Cuenta una leyenda que en una ocasión en la que su gata favorita, llamada Muezza, se quedó dormida en sus brazos, Mahoma prefirió sacrificar su túnica, cortando la manga en la que reposaba su gata, antes que despertarla para salir. A su regreso, Muezza le agradeció el gesto que había tenido con una inclinación de cabeza y el profeta, complacido, le concedió a ella y al resto de gatos el poder de caer siempre de pie."

¡Debéis reconocer que es una historia interesante! Varios son los rasgos gatunos que aparecen plasmados en la misma. El primero sobre el que quiero llamar brevemente la atención es el detalle de que los gatos siempre (o casi siempre) caemos de pie. Pero a pesar de ser esta una habilidad que sorprende a los humanos y que nos evita malgastar alguna de nuestras siete vidas en accidentes propiciados por nuestro desmedido amor a las alturas, en esta ocasión prefiero centrar mi reflexión en el otro rasgo felino que se puede extraer de la leyenda protagonizada por Muezza. Se trata de esa capacidad que tenemos los gatos para dormirnos profundamente en cualquier lugar, enterneciendo de tal manera a nuestros humanos que no les queda otra salida que sacrificarse ellos antes que despertarnos a nosotros. ¡Y os aseguro que eso es poder! Porque ¿cuántos de vosotros, queridos lectores, no habéis pasado más de una noche encogidos en una pose propia de un contorsionista porque al gatín le ha dado por dormir apoyado en vuestras piernas? (Podéis sustituir las piernas por el pecho, el cuello, la espalda o la cabeza, dependiendo de los gustos anatómicos de vuestros compañeros gatunos) ¿Cuántos no habéis retrasado vuestras propias obligaciones porque el gatito ha decidido que quería descansar en vuestro regazo? ¿Cuántos no habéis cambiado vuestra silla o butaca por otra al encontrar la habitual ocupada por el somnoliento gato de la casa?...

Esto me lleva a recordar un par de leyes gatunas relativas al sueño y a los sitios para dormir. La primera dice que: "Cualquier parte del cuerpo de nuestros humanos es susceptible de convertirse en un buen punto de apoyo a la hora de dormir." Esta norma queda complementada por la siguiente: "El grado de incomodidad del humano elegido como apoyo siempre es directamente proporcional a la comodidad del felino."

Es indudable que los gatos, animales que dormimos una media de dieciséis horas diarias, somos unos especialistas en cuestiones de sueño. Si añadimos a esto el hecho de que solemos convertirnos en los reyes consentidos de la casa, ¿quién va a atreverse a llevarnos la contraria? Creo que la respuesta es obvia...

Si queréis saber más sobre la historia de Mahoma y Muezza, os dejamos algunos enlaces que pueden seros de utilidad.

• "El gato en la historia", en Mascotanet.
• "Leyendas", en Maullidos y Ronroneos.

Seis cosas que no nos gustan de otros blogs

Los Ronroneadores nos han pasado otro meme. En este caso tenemos que citar seis cosas que no nos gustan de otros blogs... ¡Vamos allá!

1. Que los contenidos apoyen o fomenten de alguna manera el maltrato y el sufrimiento animal y/o humano.
2. Que los textos estén llenos de faltas de ortografía.
3. Que copien desde otras páginas sin citar la fuente.
4. Que estén plagados de publicidad.
5. Que no sean actualizados de forma relativamente frecuente.
6. Que los enlaces que proporcionan no te lleven a ningún sitio.

Una vez contestado, se lo pasamos a Puça y Mistu, a ver qué opinan ellos.

El mundo a través de una cámara...

A mi humano le encanta hacer fotos. Y como yo soy un modelo estupendo, no para de acosarme cámara en mano a cualquier hora y en cualquier situación... ¡Así tengo un álbum tan completo! Noa también sale en muchas fotografías, pero sin lugar a dudas yo quedo siempre mucho más guapo (Ejem, ejem...) En fin, que me desvío de lo que quería contaros y encima Noíta se enfada conmigo.

Resulta que me ha parecido buena idea ir colgando algunas de las fotos de mi humano (las que más me gustan) en mi blog. Algunos de los retratos que nos ha hecho ya los he puesto y parece que os han gustado. Así que ahora colgaremos fotos de todo tipo para adornar con ellas este rincón gatuno de la blogosfera. Y que conste que no lo hago por peloteo, como dice Noa: ¡es que de verdad me gustan! Además, su cámara es para nosotros una ventana al exterior, a través de la cual descubrimos lugares y cosas maravillosas. Hoy os voy a poner su interpretación de uno de mis juguetes favoritos, el plumero verde. ¡A ver si os gusta!

¿Qué alimentos vuelven loco a tu gato? Aclaraciones a la encuesta

1. Sabemos que lo mejor para que un gato esté bien alimentado es un pienso de buena calidad. Pero con nuestra encuesta de febrero, lo que pretendemos es descubrir cuáles son esos pequeños placeres ocasionales que enloquecen a vuestros gatos.
2. Hemos intentado ser concienzudos a la hora de desglosar las posibles respuestas a la encuesta de este mes. Podéis elegir varias respuestas a la vez con el fin de que los gustos de vuestro o vuestros gatos queden reflejados al completo
3. La opción Ninguno de los anteriores se refiere a aquellos gatos que tengan un alimento favorito que no pueda incluirse en las categorías propuestas. Por supuesto, a aquellos que marquen esta opción les rogamos que no nos dejen con la intriga y que incluyan en esta entrada un comentario al respecto.
4. La opción Sólo come pienso es para aquellos gatos que no tengan ningún alimento que les vuelva locos.
5. Si tenéis cualquier duda o problema, no tenéis más que indicarlo.
6. Agradeceremos, además de vuestros votos, vuestros comentarios y experiencias.

Podéis encontrar la encuesta en la columna lateral. ¡Cuantos más participemos, más interesantes serán los resultados!

Resultados de la encuesta de enero

Acabamos de terminar enero y es el momento de ver como ha ido la encuesta realizada durante el primer mes del año. La pregunta planteada en esta ocasión fue "¿Con cuántos gatos compartes tu vida?", siendo 37 los lectores que han contestado. Los resultados han sido los siguientes:

• Con ninguno, un 2% de los lectores (1 voto)


• Con uno, un 18% (7 votos)


• Con dos, un 27% (10 votos)


• Con tres, un 18% (7 votos)


• Con cuatro, un 13% (5 votos)


• Con cinco, un 2% (1 voto)


• Y con seis o más, un 16% (6 votos)

Las conclusión a la que podemos llegar a través de estas cifras es que se impone la unidad familiar que convive con dos gatos, seguida de cerca por las familias con uno o con tres. Llama la atención, por otro lado, el éxito de las familias gatunas numerosas, siendo destacado ese 13% de participantes que conviven con cuatro gatos o ese 16% que lo hace con seis o más. En cambio, las familias con cinco gatos (un 2%) son ciertamente escasas o, al menos, eso se deduce de los resultados de nuestro muestreo.

Mil gracias a todos los que habéis participado en esta consulta. Os invitamos por descontado a participar en la del mes de febrero, en la que trataremos de analizar los gustos alimenticios vuestros gatos a través de la siguiente pregunta:

¿Qué alimentos vuelven loco a tu gato?

En esta ocasión, será posible seleccionar varias respuestas con el objetivo de que el resultado sea lo más completo posible y refleje los gustos de todos los gatos de cada casa. ¡Ánimo, que seguro que nos llevamos alguna que otra sorpresa!