Llegan las camadas... Los albergues están llenos... |
jueves, 19 de febrero de 2015
Se acercan las camadas...
lunes, 9 de febrero de 2015
Historia de los gatos olvidados
Castrar a tiempo evita sufrimiento... |
Y sin más, os dejamos con la historia que empieza y termina con la alegría ante el alumbramiento de Murochka, una linda gata doméstica, representación de un triste ciclo que ya es hora de cortar... (Podéis ampliar cada imagen pinchando en ellas para verlas con detalle)
viernes, 12 de diciembre de 2014
Cal y arena para los gatos de la calle
Zaragoza, otra forma de hacer las cosas. |
Brigada Gatuna augura una triste Navidad para los gatos de las colonias hispalenses... |
viernes, 19 de septiembre de 2014
Si vas a adoptar, no te fijes en la edad...
Desde @congatos, un mensaje lleno de realidad... |
jueves, 12 de mayo de 2011
¿Un gato? ¿Dos? ¿Tres?
En la habitual línea de humanizar a los pequeños felinos que conviven con ellos, nuestros humanos tienden a pensar que a un gato que vive solo le falta algo, siendo esta conclusión no siempre correcta a ojos de un felino. Teniendo en cuenta que la vida solitaria no es un problema para un gato pero dando por supuesto que en muchos hogares suele convivir más de uno, lo cierto es que la coexistencia entre felinos puede ir desde lo más idílico a lo verdaderamente infernal, existiendo un amplio abanico de posibilidades más o menos halagüeñas distribuidas entre estos dos extremos. Por desgracia, no existe una fórmula magistral que asegure la buena convivencia al 100%, siendo en muchas ocasiones una entente entre los individuos la menos mala de las opciones.
Llegados a este punto, lo que está claro es que si bien nos resulta imposible responder de forma general a la pregunta planteada al principio con una cifra exacta, lo que sí podemos afirmar con rotundidad es que debemos tener muy presente que un gato único, una vez cubiertas sus necesidades básicas, puede ser un gato completamente feliz. Si una vez asumido esto (y a pesar de todo) llega el momento de ampliar el número de felinos en un hogar quizá sea interesante señalar que, aunque cada caso es un mundo, lo habitual es que gatos que han crecido juntos se toleren mejor que aquellos que se conocen siendo mayores y que si por cualquier circunstancia hay que introducir un nuevo gato en una casa en la que ya reside al menos un felino lo más acertado es que el recién llegado sea un gatito lo más joven posible (entre 1 y 3 meses), respetando unas mínimas pautas de presentación y no precipitando ni forzando jamás el encuentro.
Y vosotros, queridos lectores, ¿creéis que existe un número ideal de gatos a la hora de convivir? ¿O pensáis que los gatos que viven solos son más felices? ¡No dejéis de contarnos!
jueves, 24 de marzo de 2011
Riesgos domésticos
Las casas y pisos humanos constituyen el territorio en el que los felinos domésticos urbanos y sin acceso al exterior desarrollamos la mayor parte de nuestras vidas. Pero estos espacios domésticos, pensados y diseñados a priori para resultar confortables a las personas, en ocasiones entrañan auténticas amenazas para los habitantes gatunos. Intrépidos aventureros, la mayor parte de los gatos vive plenamente su territorio, explorándolo sin descanso cada día en busca de emociones y experiencias nuevas. Y este afán exploratorio, unido a veces al descuido, despiste o simple desconocimiento de nuestros humanos, es precisamente lo que propicia la mayor parte de los accidentes domésticos. Para entender a qué nos estamos refiriendo, hagamos un listado a vuelapluma con los peligros más habituales en una casa:
· Electrodomésticos como lavadoras, secadoras o neveras en los que podemos entrar.
· Planchas y estufas encendidas.
· Ollas y sartenes al fuego, así como cocinas, vitrocerámicas u hornos calientes.
· Cables eléctricos.
· Plantas tóxicas como hiedras o poinsetias.
· Detergentes, ambientadores, insecticidas y medicamentos como aspirinas o paracetamol.
· Agujas de coser, alfileres, bobinas de hilo, madejas de lana, cintas y lazos.
· Bolsas de plástico.
· Pequeños objetos, adornos frágiles y cualquier elemento que el gato pueda ingerir o romper en pedazos que puedan dañarle.
· Ventanas abiertas, en el caso de pisos altos, etc.
Si unimos alguno de estos riesgos potenciales a la actividad de un gato extrovertido, revoltoso y valentón el resultado puede ser un accidente más o menos grave que provoque quemaduras, cortes, huesos rotos, intoxicaciones, obstrucciones intestinales o shocks que os obliguen a salir corriendo a la clínica veterinaria.
Es evidente que no se nos puede proteger de todo y que hay accidentes que son inevitables pero en manos de nuestros humanos está el tratar de minimizar estas amenazas. ¿Cómo? Supervisando el uso de electrodomésticos, ollas y sartenes, escondiendo al máximo los cables eléctricos, no teniendo en casa plantas peligrosas, evitando el acceso de los gatos a detergentes, insecticidas y medicamentos, guardando bien las agujas, hilos y cintas, no dejándonos jugar con bolsas de plástico, apartando de nuestro alcance objetos pequeños y adornos frágiles y cerrando las ventanas o instalando mosquiteras y sistemas que eviten caídas. En definitiva, poniéndoos en la piel de vuestros gatos y tratando de evitar su acceso y contacto con elementos y objetos que puedan resultar atractivos pero indudablemente peligrosos. Y es que una inocente travesura puede tener en ocasiones un desenlace fatal... ¡Tratemos de evitar que la curiosidad felina consiga matarnos!
jueves, 4 de febrero de 2010
Tan callando...
avive el seso e despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte,
tan callando...
martes, 11 de agosto de 2009
¡Ojalá!
el bálsamo de tus heridas.
Pues los ojos son reflejo del alma,
por más que esté enferma, rasgada
o, sencillamente, dormida...
Dedicamos esta entrada a todos los callejeritos para los que, lamentablemente, vivir no siempre significa tener esperanza...
miércoles, 8 de julio de 2009
Una imagen por todos aquellos que sufren...
viernes, 12 de junio de 2009
Cuando un amigo se va...
Los herederos menos compasivos, echarán al animal a la calle sin ningún tipo de reparo. Otros, azuzados por la culpa que emana de los malos actos, buscarán la absolución endosando el perro o gato a una entidad de protección animal lo antes posible: se lavan las manos y pagan de esta manera vil el amor y el cariño que ese animal, ahora roto de dolor en una jaula, dio a aquel que le eligió como compañero durante el tiempo que compartieron. Algunos de estos abandonados se reponen a una situación que no entienden y siguen adelante con la mirada triste y resignada, en busca de una nueva oportunidad, que no siempre llega a tiempo. Otros son derrotados por la pena y se dejan llevar por el dolor y la tristeza hasta que llega el día en el que, más pronto que tarde, su nueva oportunidad se la brinda la muerte.
Historias como estas se repiten cada día en los albergues, refugios y calles de nuestro país y, por eso, cada vez son más las personas precavidas que tratan de dejar bien atados este tipo de asuntos, preparando en vida el cuidado y atención de sus mascotas en el caso de que ellas falten. Para ello, sus deseos a este respecto quedan reflejados en alguna de las cláusulas de su testamento. Quizá, el punto más delicado en estos casos radique en la elección del cuidador que se hará cargo del perro o gato, pues debe ser alguien que esté dispuesto a asumir esa responsabilidad, recibiendo a cambio alguna propiedad o cantidad de dinero a modo de compensación.
viernes, 15 de mayo de 2009
Camadas
Aunque los gatitos nacen a lo largo de todo el año, es en la primavera cuando las camadas se multiplican. Muchos de estos bebés vienen al mundo en el seno de colonias callejeras, siendo el fruto de los escandalosos amoríos propios de los felinos. Las duras calles son, normalmente, el único horizonte de estos gatitos y, en estas condiciones, la mayoría no llegará a superar el primer año de edad, amenazados de forma constante por peligros tan variados como numerosos (coches, enfermedades, frío, lluvia, venenos, humanos desaprensivos,...) Aún así, algunos de estos pequeños lograrán alcanzar la edad adulta, protagonizando sus propias pasiones de tejado y repitiendo, una y otra vez, un comportamiento impuesto por su instinto que perpetúa el ciclo de la vida en nuestros pueblos y ciudades.
Harina de otro costal son los gatos domésticos. Y es que algunas camadas no son más que el resultado de errores y accidentes: nos referimos a la vieja historia de la gata joven que se escapa antes de ser esterilizada y vuelve preñada, la del macho precoz que comparte casa con gatas enteras (es decir, sin castrar) o la de la gata que entra a formar parte de nuestras vidas cuando ya trae gatitos en camino. En estos casos, unos humanos responsables intentarán buscar un hogar digno y seguro para los pequeños que ya vienen y tomarán, en cuanto sea posible, las medidas pertinentes para evitar que este tipo de sorpresas vuelvan a producirse, siendo el paso por el quirófano de gatos y gatas la opción más sensata.
Pero existe otro grupo de gatitos que vienen al mundo en respuesta a la irresponsabilidad de aquellas personas que consideran que esterilizar a sus gatos es algo cruel o que la maternidad gatuna es necesaria para prevenir la locura de la gata u otro tipo de trastornos. ¡Y esto no son más que paparruchas! Eso sí, muchos de estos humanos tan mal informados y tan sensibilizados con la integridad física y mental de sus felinos no tienen luego miramientos a la hora de quitarse de encima a los pequeños gatitos regalándolos o vendiéndolos al primero que pasa, cogiendo la camada al completo y tirándola, literalmente, al contenedor de la basura o acabando con la vida de los bebés a golpes antes de que hayan podido exhalar la primera bocanada de aire de sus recién estrenados pulmones. Permitidme que me quite el sombrero ante una forma de actuar tan responsable y sensible (y espero que se note bien la ironía, el desprecio y la rabia contenida que eriza cada una de las vibrisas de mi pelaje ante gentuza de esta calaña)
El caso es que el resultado de las pasiones callejeras, de los accidentes y errores o de la irresponsabilidad injustificable no es otro que mucho sufrimiento y montones de gatitos que buscan hogar. Imaginad que una gata puede tener unos 6 celos al año. Si en cada parto tiene 5 ó 6 gatitos, el resultado serían entre 30 y 36 gatitos al año, entre 150 y 180 en cinco años... A su vez, muchos de los gatitos llegarían a su edad fértil y tendrían sus propias camadas. Y, de esta manera, nos encontraríamos ante una colonia con miles de gatos y gatitos en muy poco tiempo. La solución no es otra que la esterilización o castración, en pos de nuestro bienestar, queridos gatos y gatas, y del de nuestros humanos, que nos ahorrarán (y se ahorrarán) problemas como los periodos de maullidos desesperados, el temido marcaje, las fugas amatorias, las cruentas peleas entre machos, los embarazos no deseados e, incluso, ciertas enfermedades del aparato reproductor, consiguiendo evitar de esta manera la periódica avalancha de gatitos que contribuyen a acrecentar temas como el de la superpoblación felina y el del abandono. Tengamos en cuenta, queridos lectores, que, lamentablemente y en la mayoría de las ocasiones, estos bebés no nacen más que para sufrir y padecer, marchándose de este mundo de manera silenciosa pero dejando tras de sí una estela de dolor y pena entre todos aquellos que somos conscientes de que este problema existe.
Para terminar, permitidme que os indique que la foto que acompaña a mis palabras es la de Potos, uno de tantos gatitos maravillosos que, junto a su hermana Aíta, espera en el albergue de Asoka una oportunidad y una familia con la que pueda ser feliz. Y dejadme que, de paso, dedique esta entrada a mi tía Chiqui, la última valiente que pasó por el quirófano a principios de abril, sumándose de esta manera al cada vez más numeroso grupo de gatos domésticos y callejeros esterilizados gracias a la sensatez de unos humanos preocupados por el bienestar de sus compañeros felinos.
- "109.000 perros y 24.000 gatos abandonados en 2008", en Eco Animal. [disponible el 14 de mayo de 2009]
- "Esterilización: por qué es necesaria y sus beneficios", en Gatorristas. [disponible el 14 de mayo de 2009]
lunes, 9 de marzo de 2009
Regateando derechos
lunes, 12 de enero de 2009
La carretera
- HERNÁNDEZ, J. C., "Carreteras letales", en Nuestra Tierra (suplemento del La Verdad Digital) Publicado el 7 de noviembre de 2008 [Disponible el 12 de enero de 2009 a las 18:00]
- "Perros y gatos de cuneta", en La Gatera. Publicado el 26 de julio de 2008 [Disponible el 12 de enero de 2009 a las 18:00]
lunes, 5 de enero de 2009
martes, 30 de septiembre de 2008
La cara y la cruz
- Quevedo, A. "Un okupa pega fuego a una casa y los bomberos salvan con oxígeno a cuatro gatos", en Qué - Alicante, p. 4 [a 23 de septiembre de 2008]
- "Y ahora una galga quemada viva en Albacete, ¿cuándo pararán las torturas a los animales?", en En busca de una segunda oportunidad [a 26 de septiembre de 2008] Os advertimos que las imágenes que acompañan al texto no son agradables...
sábado, 23 de agosto de 2008
¡Cuidado con los perros!
sábado, 9 de agosto de 2008
Una dura realidad
sábado, 26 de julio de 2008
Perros y gatos de cuneta
martes, 3 de junio de 2008
De pesadillas y monstruos
Los verdaderos monstruos son aquellos que nos rodean día a día sin nosotros saberlo. Se esconden bajo la capa de una apariencia y comportamientos normales o se refugian en la facilidad que tienen los demás para mirar hacia otra parte mientras ellos se dedican a cometer auténticas canalladas. Fríos, calculadores, desalmados y cobardes: son muchos los adjetivos que sirven para calificar sus míseras existencias. Y sin embargo, es cierto. Ahí están. A nuestro alrededor. Observándonos. Porque los que no somos como ellos nos convertimos, sencillamente, en sus presas.
Noticias como la que nos ha estremecido hoy son las que demuestran que el mal sueño camina entre los vivos. Regina, una mastín preciosa de cinco años de edad ha sido la víctima inocente de estas hordas ávidas de dolor. Se la llevaron después de inflingirle las más viles atrocidades y os aseguro que ningún perro ha podido jamás hacer nada que merezca lo que ella ha padecido. Hoy tenemos el alma encogida en La Gatera. Hoy no podemos dibujar una sonrisa que os contagie con su brillo, porque Regina ya nunca volverá a sentir. Su cuerpo dormirá para siempre su sueño eterno, pero esperamos que su espíritu alcance esa paz que a ningún animal debería faltarle en vida y que por desgracia a ella le negaron hasta en sus últimos momentos. Descansa, pequeña amiga, que ya nadie volverá a hacerte daño.
Desde aquí pedimos que todos los seres de bien nos unamos de una vez para evitar que historias como la de Regina vuelvan a repetirse. Acabemos con el dolor de humanos y animales y juntemos nuestras fuerzas para terminar con esos monstruos de dos patas que sólo son capaces de mancharnos con el mal que emana de sus entrañas.
Por si queréis leer al completo esta cruel noticia, os dejo este enlace. Pero os advierto que tanto el texto como las imágenes son duras...
- "Regina, una mastina violada, torturada y asesinada", en Blogs.20minutos.es.
También os dejo el enlace a la protectora Ribercan, donde ocurrieron los hechos. Allí los cuidadores lloran a Regina y a otros perros que aún no han aparecido mientras tratan de salvar la vida a los demás.
Y aquí os abrimos la puerta hacia unas palabras dedicadas a esta reina que nos ha dejado a causa de la sinrazón de unos dementes...
- "Seré su sombra", en La poesía como alimento.
miércoles, 21 de mayo de 2008
Los invisibles
Porque la mirada es el espejo del alma...
¡Gracias a todos los que un buen día se decidieron a ver a aquellos que se desvanecían bajo la indiferencia y el olvido!