Sin apenas darnos cuenta, se nos marcha hoy el primer mes del 2012, escapando del calendario casi tan veloz como Noa huye de la cámara de nuestro humano...
Todos aquellos humanos que convivís con más de un gato habréis padecido en alguna ocasión los efectos de una imprevisible, fulgurante y no poco emocionante estampida felina. ¿Cómo? ¿Que no sabéis de qué os estamos hablando? ¡Seguro que sí!
Hoy queremos hablaros, queridos lectores, de tres títulos bastante recientes que tratan de aproximarse con humor pero al tiempo con rigor al aún a veces poco conocido mundo felino. Se trata de tres obras didácticas que desde planteamientos diferentes abordan de forma amena la descripción de las costumbres, los hábitos y las necesidades del gato en la actualidad, centrándose especialmente en ese vínculo cada vez más próximo con el ser humano.
De pura chiripa se encontraron mis humanos hace un par de meses con esta calle con eco felino en la placa y cuyo nombre quizá haga referencia a algún monte o cerro próximo y al gato que allí habitó o que incluso puede que aún habite (Ejem, ejem...) Como podéis comprobar en la foto, se trata de la calle Peña del Gato, situada a las afueras de Caravaca de la Cruz en la provincia de Murcia y de la que poco más podemos contaros. Eso sí, a pesar del misterio y por motivos obvios pasamos a sumarla al grupo de calles que paso a paso van conformando nuestro callejero felino particular.
Ummmm. Tenían mucha razón los latinos al afirmar que tempus fugit. Y es que hoy, 2 de enero, aunque parezca mentira, hace exactamente siete años que mis humanos y yo nos encontramos en el albergue de animales. Esta historia que es la mía, queridos lectores, ya la he contado en otras ocasiones: ellos pasaban por allí, yo salté al regazo de mi humano, les robé el corazón y no pudieron hacer más que adoptarme. Parece que fue ayer pero lo cierto es que desde entonces ha llovido bastante y han ocurrido un montón de cosas: la llegada de Noa, la inauguración del blog, los viajes de mis humanos, la llegada de Elmo,... ¡Y es que siete años dan para mucho! Las incipientes canas que salpican aquí y allá mi distinguido pelaje azul son la prueba de que hace tiempo que dejé de ser un gatito para convertirme en todo un gato rico en experiencias, ilusionado ante lo que ha de venir y cada vez más lleno de recuerdos entre los que siempre atesoraré el de esa mañana de enero en la que un pequeño salto permitió que mi vida y la de mis humanos quedaran unidas para siempre.
Me llamo Rumbo y soy un gato urbanita que comparte sus experiencias cotidianas y sus reflexiones felinas con todo aquel que quiera leerlas. ¿Os animáis?Por eso los textos e imágenes de este blog están amparados por una licencia de Creative Commons.

¡La tortura no es cultura!

¡No uses pieles! Porque son un lujo manchado de sangre...

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