Entre los tejados

Demostrando una vez más que los gatos nos hemos ganado a pulso un lugar privilegiado entre los tejados y azoteas de nuestras ciudades y pueblos, hoy venimos a mostraros, queridos lectores, una nueva veleta felina que sorprendió a mis humanos no ha mucho en una casa de campo próxima a Elche.

Ni la silueta arqueada y cuasi perezosa del felino ni la figura del ratón que escapa raudo y veloz en dirección contraria dejan demasiado espacio a la confusión o a la duda ante la escena que se representa. Y es que los gatos somos, por naturaleza, excelentes y eficaces cazadores de pequeños animalillos y por algo el juego del gato y el ratón es tan popular... (Ejem, ejem...)

Puede que, en esta ocasión, nuestro felino de metal nunca llegue a dar alcance al pequeño roedor por imposición de la situación... Pero de lo que podemos estar seguros es de que, mientras la veleta siga girando en lo más alto, este gato mantendrá firme su empeño de dar caza a su ansiada y esquiva presa.