"Umm", me dijo mi humana frunciendo ligeramente el ceño. "¿Qué opinas, Rumbete? ¿Existirán más vinos que utilicen un gato como marca?" Y así, como no hay dos sin tres, recordamos que las navidades pasadas le regalamos a nuestro abuelito una botella de un tinto oscense denominado Cojón de Gato como guiño jocoso hacia el consumidor y en honor a las uvas homónimas (y que cada cual elucubre por su cuenta el motivo por el que estas uvas se llaman así... Ejem, ejem...)
Nunca nos cansaremos de repetir que los gatos podemos y merecemos estar casi en cualquier lugar; y aunque estamos seguros de que estos no son los únicos casos de vinos representados por felinos, nosotros lo dejamos aquí. Eso sí, no sin antes pediros que si conocéis alguna botella de vino o licor con gato encerrado nos informéis de su existencia, que ya sabéis que somos felinos y, por lo tanto, bastante curiosos.
Por cierto, por si os apetece probarlos, todos estos vinos están disponibles y a la venta en bodegas y tiendas de licores. De sus cualidades como bebida poco os podemos decir (somos gatos y aún no nos ha dado por el vino), pero por lo que vemos no se trata de caldos caros y a nosotros nos resultan la mar de graciosos.