Todos sabemos que cualquier espejo tiene algo de mágico, como bien podrían atestiguar, amparadas por sus propias experiencias, la buena de Alicia o la malvada madrastra de Blancanieves (Ejem, ejem...) Si dejamos los cuentos a un lado y nos centramos en el mundo felino, lo cierto es que enfrentarse al propio reflejo es, para la mayoría de los gatos, todo un reto del que podemos salir más o menos airosos aunque casi siempre desconcertados. Y si no, preguntémosle a Elmo que logró precisamente hace un par de días enfrentarse, tras algún que otro titubeo, a ese álter Elmo que vive atrapado al otro lado de un espejo. Aunque no sabemos si felino y reflejo consiguieron entenderse, estamos seguros de que para nuestro piratilla este encuentro, finalmente próximo aunque sin duda algo frío, supuso toda una experiencia.
Y vosotros, queridos lectores felinos, ¿os habéis enfrentado alguna vez a un espejo? ¿Soléis mantener encuentros con vuestros álter ego particulares? ¡No dejéis de contarnos!
