Para aquellos que aún no lo sepán, un transportín es un contenedor especial que sirve para transportar gatos u otros animales de pequeño tamaño de un lugar a otro. Y es que, aunque la mayoría de los felinos caseros no solemos salir, cuando lo hacemos lo habitual es que vayamos dentro de estas cajas especialmente diseñadas para que nuestro trayecto resulte cómodo y seguro. Los hay de muchos tipos, materiales y colores, como descubrimos ya con una consulta anterior, pero lo que queremos que nos confeséis en esta ocasión es cuál es vuestra actitud, queridos lectores felinos, a la hora de entrar en el vuestro. ¿Sois de los que os metéis por voluntad propia, de los que necesitáis un empujoncito o de los que se resisten con uñas y dientes? Y con ese objetivo, la pregunta que os planteamos este mes es la siguiente: ¿Cómo consiguen vuestros humanos meteros en el transportín a la hora de salir de casa? Las respuestas entre las que podréis elegir la vuestra son las siguientes:
- Sin problema: entro sol@.
- Tras una ligera resistencia...
- ¡Peleando bastante!
- Jamás lo conseguirán...
- No uso transportín.
- Ninguna de las anteriores.
Ánimo y a votar, que cuantas más respuestas recojamos más interesantes serán los resultados: el cuestionario estará colgado en la columna de la derecha hasta el último día de noviembre. Y recordad que, por supuesto, agradecemos cualquier comentario al respecto del tema que nos ocupa, así que si tenéis alguna anécdota o experiencia memorable, ¡no dejéis de contarnos!
Por cierto: no queríamos dejar de compartir con todos nuestros lectores la ilusión que nos provoca el que, desde hace un par de días, nuestros seguidores sean 100. ¡Gracias, gracias, gracias a todos los que ya lo sois y ojalá que sean muchos más!
En eso tengo una suerte increíble! se meten directamente a la que les bajo el transportín de arriba del armario. Ahora, la de mi madre DESAPARECE en cuánto ve el suyo!
ResponderEliminarYo al mio le he acostumbrado al transportin dejandoselo siempre a la vista, de hecho se echa siestas en él con lo cual a la hora de meterse para salir no hay problema. Ahora cuando arranco el coche arranca la sinfonia de maullidos que no para hasta que no para el coche jeje.
ResponderEliminarNinguno me da problemas,salvo Fiodor. Llevarlo al vete es toda una Odisea, conseguimos cogerlo con una toalla, al estilo auxiliar de veterinaria, porque de otro modo no se deja el jodío!
ResponderEliminarNo se cómo, pero cuando uno de los cinco tiene que ir al veterinario sabe perfectamente que es él (o ella) el objetivo, así que me toca perseguirlo por la casa bajo la atenta mirada de los otros cuatro... Apolo es, sin duda, el peor!! Aunque no te digo nada cuando Sirio se mete debajo de la cama... En resumen, suelo empezar a prepararme como media hora antes de la cita y eso que tengo la consulta debajo de casa!!
ResponderEliminarPeleando bastante. Esa es la verdad. Mami me coge en brazos (Zeus) cuando ve que no entro ni con chuche, ni con empujón, ni con juguetes... y pone el transportín encima del sofá, en vertical, mete primero mis patas traseras, mientras peleo por salir... y después de un rato me aplasta hacia abajo jiji y cierra corriendo la puerta.
ResponderEliminarAntes siempre entraba sin problemas, pero ya me lo pienso más.
Ronroneos.
La primera vez Merlin entro solito,lo llevamos al veterinario ,y nos mando a volver en quince dias,llegado el momento cuando vio que sacamos el transportin ,salio de carrera y se escondio en su refugio secreto.Que rapido aprenden.
ResponderEliminarPues vaya pregunta. Yo tiemblo cada vez que me toca usar el transportín. Imprescindible cerrar todas las puertas de las habitaciones donde se pueda esconder pq a la que ve la caja naranja arranca a correr como un poseso. Generalmente logro acorrararlo en la cocina, allá como no se meta en el microondas o en la tostadora, no tiene nada que hacer.
ResponderEliminarGeneralmente entramos solos, porque estamos acostumbrados a usarlo para todo.
ResponderEliminarAlguna vez casi se llevan más gatos de la cuenta por esa manía de Milcky, sobre todo, de meterse en el primer transportín que ve abierto.
De todas formas las pequeñas si que son un poco más molestosas para meterse. Generalmente se esconden debajo de la cama.
Lo divertido será la próxima vez que tengamos todos veterinario, ver correr a los papis por las 3 plantas de la nueva casa buscándonos.
Ronroneos y lamiditas.