¡Fijaos, queridos lectores, lo que se han encontrado nuestros humanos en su paseo de esta tarde de domingo! Una alegre y resultona composición de animalillos de papel decorando la puerta de una guardería ilicitana próxima a nuestra casa. Obra de niños en honor de San Antón, nos divierte que este mosaico urbano y efímero esté lleno de color y simpatía, siendo inevitable que en nuestra Gatera, por pura y dura afinidad felina, queramos destacar la figura del gatito del grupo, con sus ojos verdes, su pelaje amarillo y su cara de pillastre. Y es que poco a poco los gatos estamos presentes en más y más lugares, no siendo nada extraño encontrarnos hasta en los jardines de infancia, aunque en formato de papel y listos para ser coloreados por manitas infantiles.
Dicho esto y una vez presentado este gatete resultón, no queremos despedir nuestra entrada sin antes echarle un vistazo general a la obra urbana en cuestión y dedicarle aunque sea un instante al caballo, al perro y al puerquito que acompañan a nuestro gato, que aunque ni ronroneen ni maullen todos son animalillos de mural y merecen su momento. ¿O no? Pues, ¡ea! Por ellos y por otros muchos, ¡que viva el arte y que viva San Antón!
Pues si, son todos una monada, me alegra ver que les enseñan a los niños el amor por los animalitos.
ResponderEliminarRonroneos gatunos.!!!!
Nos encanta que te alegre, Lídia.
ResponderEliminar¡Saludetes!