Oda al sofá con gatos.

Como los viernes, viernes son, hoy os traemos un texto divertido que publicó nuestra humana hace un par de días en el FB de Con Gatos y que nos ha parecido ideal como entrada en nuestra Gatera. Se trata de un poema dedicado a los sofás, esos compañeros maravillosos para cualquier gato que esperamos que os guste y que os haga sonreír.

Oda al sofá con gatos :)

Recién estrenados o viejos,
delicados o sufridos.
Muy usados, más bien poco
pero cómodos, mullidos
y mejor acompañados
por ronrones y maullidos.
Que un sofá es un tesoro
en la casa de un felino.

Donde afilarse las uñas,
donde ponerse a amasar.
Donde entre muchos cojines
acurrucarse a soñar...
Y si se tercia, un ronquido
que hay que dejarse llevar.

Estampados de pelusas,
así están nuestros sofás.
Y con las mantas revueltas,
la tapicería "enganchá".
Pero... sin arañazos y gatos
¿sentarse sería igual?

Que son pistas de carreras,
cuarteles para jugar,
poltronas bien elegantes
en las que el mundo observar.
Donde lavarse a ratitos,
donde tumbarse a esperar.
¿Cuántas vidas con un gato
puede vivir un sofá?

Porque ser asiento está bien
pero ¿y ser todo lo demás?
Cama, cuartel, atalaya,
refugio, tótem, diván.
Que un gato enriquece los días
hasta de un humilde sofá.
¿Cómo no darle las gracias
dejándole desde él reinar?

Elmo y yo disfrutando de nuestro sofá... :)

Y así, cada vez que pretendáis mover a vuestros gatos del sofá para sentaros vosotros, queridos lectores, pensad que el vínculo entre un gato y ese confortable mueble es algo profundo, casi mágico. Vamos, que mejoros buscáis otro sitio (una silla, el suelo...) y no molestáis, ¿no?