miércoles, 25 de marzo de 2009

¡Dichosa rata!

Hace unos días, mis humanos regresaron a casa la mar de alterados. Resulta que al ir a dejar el coche en el garaje de nuestro edificio, tuvieron un encuentro inesperado con un ejemplar considerablemente grande de rattus rattus, animal comúnmente conocido como rata negra. Tan turbados venían que nada más cruzar la puerta se acercaron donde yo estaba para contarme lo ocurrido y confesarme aliviados que gracias a Noíta y a mí podían sentirse seguros, pues ningún roedor sería tan osado como para invadir el territorio de dos gatos. ¡Pero serán ilusos! Porque, digo yo, ¿qué pretenden que haga si la indeseable ratita decide entrar en casa? Una cosa es cazar ratones de peluche y otra muy distinta enfrentarse a una auténtica rata de carne y hueso, que estas pequeñuelas tienen unos dientes tremendos, son destructoras, muy voraces y encima pueden ser transmisoras de infecciones, fiebres e incluso de la peste bubónica (¡Palabra de Wikipedia!)

Yo, por si las moscas, me quedaré cerca de Noa, que ella sí que conserva ese puntito salvaje que convierte a la mayoría de mis congéneres felinos en potenciales asesinos altamente eficaces, aunque con el asquito que me da la dichosa ratuela, ni por limpiar el estropicio sanguinolento que iba a dejar tras de sí mi pequeña sicaria blanca... Bien pensado, lo cierto es que tampoco le deseo ningún mal al pobre roedor siempre que se mantenga a una distancia prudencial de mis cosas... Así que, llegados a este punto, creo que lo mejor que puedo hacer es localizar cuanto antes el teléfono del flautista de Hamelín, que por unas cuantas monedas nos desratiza el garaje y encima nos ameniza la velada con sus piezas musicales (Ejem, ejem...)

Y ahora decidme, queridos lectores: si una rata entrara en vuestra casa, ¿qué haríais? Por si no lo tenéis demasiado claro o por si sentís curiosidad acerca de las características de las ratas más comunes en nuestras ciudades, os recomiendo que visitéis los siguientes enlaces:

4 comentarios:

  1. Uff, estas son las que causaron la Peste Negra que asoló a la mitad de Europa en el S.XIV. Si entrará una en casa, no creo que durara mucho, y eso que desde que leí "Firmin" de Sam Savage, les tengo un poco más de respeto... En fin...

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  2. Tengo 4 gatos, no tendria que hacer nada!.
    Después de leer el libro Firmin, he pensado muy seriamente tener una como mascota. Sino fuera por los felinos...

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  3. Qué asquitoooo, ratas verdaderas. Nos darían mucho miedo la verdad, porque como tu bien dices, no es lo mismo cazar las de peluche que las de verdad.

    Ronroneos.

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  4. Duncan y Azuquita: Me dejáis intrigado... Buscaré el libro Firmin del que habláis y ya os diré qué me parece...

    Luna y Zeus: A mí no me dan miedo las ratas, pero me quedaré cerca de Noa por si alguna entra en casa... Digo... ¡Por si a ella le asustan! Ejem, ejem...

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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