El mes de marzo es el mes en el que celebramos dos de los tres cumpleaños felinos de nuestra casa. El día 3 es el de Noa (de ahí que hace unas semanas os habláramos de un Día especial) y el 21, el de Elmo (este día fue el elegido por nuestra humana para que quedase fijado su cumple pues, como muchos sabréis, Elmito vino de un albergue y no conocemos su verdadera fecha de nacimiento)
El caso es que tanto aniversario no podía pasar inadvertido y, a pesar de que todos andamos un poco liados últimamente, el hecho de cumplir un año más siempre merece un detallito (o dos, o tres...) Y después de mucho esperar, ayer (¡por fin!) llegaron los regalos que nuestros humanos habían encargado. En las cajas que trajeron encontramos muchas cosas: un transportín nuevo (porque ahora somos tres), varios ratones, hierba gatera, plumeros, etc. Pero lo que más llamó nuestra atención fue, sin lugar a dudas, una enorme y mullida hamburguesa. Sí, sí, habéis leído bien: nuestros humanos nos han comprado una hamburguesa. Elmo y Noa, los cumpleañosos, se lo pasaron de lo lindo con tamaña sorpresa y hasta yo me acerqué a curiosear este nuevo cachivache felino, dejando de lado un rato la caja de cartón en la que había llegado (Y os aseguro que esto en el mundo de los gatos puede considerarse todo un éxito)
Os dejamos un par de fotos del momento para que os hagáis una idea de cómo es nuestro regalo. Y que conste que digo nuestro a pesar de que yo no cumplo años hasta julio porque pienso utilizar esta cálida y colorida burguer-guarida tanto como los demás, le pese a quien le pese. Pero bueno, esa ya será otra historia (Ejem, ejem...)


Visto lo visto, queridos lectores, ¿a quién no le apetece una hamburguesa?