Tras unos días sin dar señales de vida, queridos lectores, estamos aquí de nuevo para empezar la semana con energías renovadas. Eso sí, el que no va a afrontar con tanta alegría este lunes que comienza es nuestro malogrado teléfono, que dejó de dar señal, literalmente, el pasado viernes.
La investigación llevada a cabo en casa, digna del inspector Hércules Poirot, dejó pronto al descubierto la causa del repentino mutismo de nuestro terminal telefónico: ¡alguien había mordisqueado el cable hasta cortarlo completamente! Ante tal hallazgo, una lógica interesada y, a mi parecer, sin mucho fundamento llevó a excluir a los miembros humanos de esta familia de la lista de sospechosos, amparados en que roer cables no es el modus operandi propio de una persona (Si ellos lo dicen...) Pero entonces ¿quién habrá sido el artífice de tamaña fechoría? ¿La encantadora Noa? ¿El pequeño Elmo? ¿Yo mismo?
Debo confesar que algunos indicios apuntan hacia mi oronda figura, máxime cuando hace algunos años, en aquellos días en los que yo fui gato único de la casa, me dediqué a mordisquear con ahínco y sin coartada los cables del telefonillo... ¡Y es que todos tenemos un pasado! Pero ahora somos tres los gatos y gracias a esto la duda razonable prevalece. Además, el único que sabe lo que ocurrió aquel día con certeza es el desdichado teléfono y os aseguro, amigos míos, que ese, ese, no va a volver a decir ni pío... (Ejem, ejem...)
Y vosotros, queridos lectores de cuatro patas, ¿también habéis mordisqueado algún cable? ¿Habéis dejado incomunicados a vuestros humanos? ¿Sin luz? ¿Sin tele? ¡No dejéis de contarnos!
Querido Rumbo, que suerte que seais tres gatos. Nosotras somos como ya sabes 2, y lo de la duda razonable siempre prevalece.
ResponderEliminarPero te diré que yo misma hace unos mesma me fije en la antena del radio despertador y cedi en mi empeño hasta cortala con mis dientes varias veces. Como dices !todos tenemos un pasado¡
No creas que es bueno ser más de un gato para lo de la duda razonable, cuando somos muchos pagamos siempre justos por inocentes (y cada vez es más difícil encontrar lugares sabrosones para roer...)
ResponderEliminarRonroneos para los tres!
Sí, he dicho justos por inocentes, porque somos todos unos cielos...
ResponderEliminarYo todavía no he mordisqueado nigún cable, pero he rompido el pie del ángel de yeso. Vea: http://migre.me/qjvN
ResponderEliminarBueno... lo cierto es que si, que hemos mordisqueado algun que otro cablecillo en casa, pero corriendo nos han llamado la atención y no llegó a mayores.
ResponderEliminarPero nosotros ahora mismo estamos con la duda. ¿Cuál de vosotros tres lo habéis hecho pillines?
Ronroneos.
P.D: Mami poquito a poco se recupera, gracias por preocuparos.
jejejejeje esa historia me parece conocida, los cables de muchos aparatos fueron misteriosamente moridos, los gatos decían que seguramente algún ratón habría entrado a la casa y... pero ninguno creímos sus teorías, jejeje
ResponderEliminarAbrazos
Ro
Jjajaja
ResponderEliminarBuena forma de escribir, amigato.
Yo tambien mordisqueé algún cable, pero gracias a Lily, tengo el beneficio de la duda(para algo tendrían que servir 3kg de molestia continua, ¿no?).
jajajaj. Problemas como ese lo hemos sufrido todos los dueños-padres de los gatitos. La verdad que estos "piñines" se deben de poner de acuerdo mentalmente y es el regalo que nos hecen a la mayoría.
ResponderEliminarPaciencia y una vez se acostumbren a los cables ya ni los miran.
Rosa María