Empezamos la última semana de noviembre presentando en sociedad, queridos lectores, a unos gatos urbanos la mar de salados que fueron retratados por nuestros humanos hace algunos meses en pleno centro de la ciudad de Valencia. Se trata de tres simpáticos felinos que, blanco sobre negro, actúan como reclamo (porque suponemos que siguen ahí) de una peluquería canina y felina en la calle Salvador Giner de la capital del Turia. Y lo hacen, para nuestro gusto, con tal salero y desparpajo (gracias a esa pose relajada bajo la alcachofa de la ducha que el artista, desconocido para nosotros, ha querido imprimir a cada uno de estos felinos) que la obra, sencilla pero divertida, consigue hacernos pensar que eso de visitar de vez en cuando un spa gatuno es algo a tener en cuenta...
En nuestra casa no tienen hábito de bañarnos, que ya le dedicamos nosotros horas al cuidado de nuestro pelaje, pero sabemos de buena tinta, porque os visitamos y leemos, que algunos de vosotros sí acostumbráis a daros algún que otro higiénico chapuzón doméstico. Pero ¿cuántos soléis acudir a peluquerías felinas para que os aseen, os corten el pelo, os hagan la paticura,...? ¿Cuántos visitáis este tipo de centros y con qué frecuencia? ¿Qué tal la experiencia? Así, inspirados por estos tres gatitos bañistas, esperamos que vosotros, queridos lectores felinos, os convirtáis ahora con vuestras batallitas en protagonistas de nuestros comentarios. Aunque si, como nosotros, no sois de bañaros o preferís hacerlo tranquilamente en la intimidad de vuestro hogar, no pasa nada: podéis hablarnos de las duchas de vuestros humanos, de ese día que os colasteis en la bañera llena de agua o de cuánto os gustan las burbujas de jabón, que el caso es que hablemos de algo para terminar el penúltimo mes del año con una enorme sonrisa de oreja a oreja. ¿O no?
Minino y Ary si que se han bañado mas de una vez , eso sí , no me plantearia llevarlos a ningún sitio porque despues del baño yo acabo marcada y eso que ya estoy acostumbrada , imagino que si fuera alguien extraño a ellos jjajja a saber el desastre...Eso sí de momento Minino se porta mejor que Ary , tambien está mas acostumbrado.
ResponderEliminarSi los baños a Minino y Ary terminan siendo una aventura, seguro que bañar gatos desconocidos debe requerir su arte... ¡La de historias que podría contarnos alguna peluquera felina!
Eliminar¡Saludetes, María!
Eso daría para un blog muy divertido!
EliminarSaludos amigos!
La imagen está genial Gatera!!!!!!! En casa bañamos a fede y Luna y se están quietecitos, pero Stevie y Ramsés dicen que na-nay jajajajja. De peluquería nada, todo el aseo en casa a base de cepillos, baños, peines, etc,. Por cierto mándanos tu dirección, tenemos un regalito para vosotors para Navidad!!!!
ResponderEliminarRonroneosssssssssssss
Vemos que tenéis el tema del baño repartido al 50%, Lídia, y unanimidad en eso de que el aseo mejor en casa que en ningún otro sitio ;)
Eliminar¡Ronroneos, familia! Y gracias por acordaros de nosotros =^..^=
A Dina hay que bañarla de vez en cuando pues a veces le gusta explorar el garage del edificio y regresa bastante sucia. Se porta muy bien cuando la bañamos, se asusta tanto que pone ojitos de "gato de Shreck" y da unos maullidos que dan pena, no araña ni muerde pero si nos descuidamos sale corriendo así que tenemos que aguantarla bien. Después que está sequecita y cepillada se ve tan linda.
ResponderEliminarSaludos y rascaditas entre las orejas
Ains, nos estamos imaginando a Dina poniendo ojitos y nos está entrando una cosita... Y es que sus baños son el precio por ser una intrépida exploradora ;)
Eliminar¡Saludetes, Carmen!
Huysss mis niñas son muy limpias, pero el agua ni bendita, jajaja. He intentado bañarlas alguna vez y mejor no continuar con el experimento.
ResponderEliminarBesotes gatunos
Mira que al leer eso de "ni bendita" nos hemos acordado de la peli El Exorcista... ¡Qué repelús! Así que estamos contigo, Manderley: mejor dejar a un lado los intentos de bañar a tus chicas ;)
Eliminar¡Saludetes!
No, en casa lo del agua y las duchas no. Nunca los he bañado, ya se limpian ellos solitos. Y de acercarse a la ducha nada de nada. El que más se acerca al agua es Apolo, que bebe del grifo. Los demás se mojan la lengua en el cuenco y mucho es!!
ResponderEliminarNosotros, como tus peques, también participamos activamente en nuestro aseo diario: lengüetazo por aquí, lengüetazo por allá, ya nos entiendes... Sólo nos han dado un par de baños en nuestra vida, a mí por prescripción veterinaria y a Elmo porque venía terriblemente sucio cuando llegó a casa... El caso de Noa es ligeramente distinto, porque se coló en el cubo de fregar cuando era una enana: un accidente de lo más tonto que por suerte quedó en un susto, pero desde entonces no se acerca al agua ni loca ;)
Eliminar¡Ronroneos!
los gatos son lo mejor, tan elegantes como obras de arte moderno, tan flexibles como bailarinas, y tan aseados, que el agua se aleja de ellos
ResponderEliminarDeducimos de tu comentario que los gatos te gustan, Anónimo. Así que ¿cómo no estar de acuerdo con tus palabras?
Eliminar¡Saludetes gatunos!