Los gatos de Seoane

Érase una vez un pueblo llamado Seoane...

En estos días algo oscuros en los que la incertidumbre nos ha tocado un poco a todos, queremos compartir con vosotros, queridos lectores, una chispa de luz y esperanza: la que ha llegado a nosotros gracias al descubrimiento de una chica que, junto a su madre, se dedica desde hace siete años a ayudar a los gatos abandonados de Seoane, un pueblo de la provincia de Lugo. Verónica, que así se llama la protagonista de nuestra historia, decidió un buen día dejar de mirar hacia otro lado ante la cantidad de gatos vagabundos y necesitados que vivían en el lugar y, ni corta ni perezosa, inició una campaña de atención médica y esterilización para controlar el estado de salud y la natalidad de la descontrolada colonia seonanina. ¿Resultados a fecha de hoy? Pues aunque no todo han sido casos con final feliz, en líneas generales hay menos gatos y en mejores condiciones, habiendo acabado algunos felizmente adoptados por familias de la zona. Para que luego digan que la voluntad, el trabajo bien hecho y el tesón no dan buenos frutos.

Obviamente, el mantenimiento de este gran grupo felino durante tanto tiempo conlleva sus gastos y ese es el motivo por el que ahora mismo está en marcha la 3ª campaña de donaciones o crowfunding a favor de los gatos de Seoane a la que se puede contribuir desde 1€ y que cuenta con simpáticos incentivos cuanto mayor sea la donación. Y es que, como bien dice Verónica, aunque por separado no somos más que gotas de agua, juntos podemos formar un gran río y os aseguro que nadar en el torrente gatuno de este pueblito gallego merece la pena. ¿Os sumáis a la corriente? Y si no puede ser dinero, no pasa nada, que difundir el proyecto también es importante. ¿Les ayudamos a darse a conocer?

Los gatitos de Seoane tienen refugio y futuro gracias a la iniciativa de Verónica.

Si queréis más información sobre los gatos de Seoane, no dejéis de visitar su cuenta de Facebook, Help for Abandoned Cats, o de Twitter, @HelpForCats, así como la propia campaña de la plataforma de crowfounding, donde encontraréis muchos datos aunque todos en inglés. 

Y dicho esto, desde nuestra Gatera sólo nos queda dar las gracias a la heroína de esta aventura felina, a su madre y al pequeño equipo que colabora con ellas, porque están haciendo posible que un rincón rural de Galicia sea mejor para los gatos y eso, y más en los tiempos que corren, vale mucho. ¿O no? Ronroneos, amigas gallegas, y que la fuerza gatuna os acompañe.