Halloween, Halloween...

Elmo preparando la peli de esta noche...

Sin prisa pero sin pausa, hemos llegado al 31 de octubre, un día mágico para muchos humanos que celebran el Halloween o Noche de Brujas, una fiesta de origen celta asentada sobre todo en países anglosajones y que, como casi todo en esta vida, ha saltado el charco para invadir con sus calabazas, con sus murciélagos y con sus gatos negros nuestras hasta ahora apacibles y más bien tirando a tristonas celebraciones en honor a los difuntos. Y aunque aún no sabemos decir si Halloween vino para quedarse o si sólo es una moda pasajera (que detractores y críticos por estas latitudes tiene unos cuantos), lo cierto es que, para gustos, colores, y los de esta festividad son el naranja, el negro y el morado, como suponemos que ya habréis notado.

Al respecto de Halloween, quizá sea interesante contar que, según los ritos celtas, esta noche la línea entre este mundo y el otro se estrechará permitiendo el paso de los espíritus a nuestro lado. Y aunque los buenos son bienvenidos, los malos deben ser ahuyentados, ¿y qué mejor manera que disfrazarse para asustarlos? De ahí viene precisamente la costumbre de los trajes y las máscaras, que aunque tengan raíces distintas, cada tradición tiene su motivo y sólo hay que poner más ganas en aprender y menos en criticar para ver la vida de otra manera, porque una cosa es que Halloween no nos guste, algo totalmente respetable, y otra que tildemos esta fiesta de disparate y desatino sin molestarnos en investigar antes algo sobre ella, ¿o no?

Sea como sea, en nuestra Gatera, fieles a esa filosofía de que todo lo que nos dibuje una sonrisa o nos arranque un ronroneo merece la pena, aquí tenéis nuestros mejores deseos para este Halloween. Disfrutad de este día y de su noche con el plan más terrorífico que se os ocurra, comed chuches, dad sustos y a pasarlo genial. Nosotros ya hemos elegido peli para esta velada: Nosferatu de F. W. Murnau, un clásico del cine mudo de terror en el que, por cierto, al principio sale un gato. ¿Acaso podía ser de otra manera? Pero esa, queridos lectores, ya será otra historia, que lo que hoy toca es terminar entonando aquello de ¿truco o trato?

Que disfrutéis de un Halloween terrorífico... ¡Miau!