miércoles, 21 de mayo de 2008

Los invisibles

Muchos son los animales que deambulan libremente por las calles, enfrentándose cada día a una jornada incierta con final indeterminado. En su mayor parte se trata de perros y gatos errantes que componen una desharrapada fauna urbana a la que algunas personas miran con preocupación, otras con pena y la mayoría con indiferencia.

La mendicidad animal en nuestras calles es una realidad que muchos humanos tratan de ignorar, evitando enfrentarse a estampas y situaciones que conviven con ellos en las ciudades y en los pueblos en los que residen. Y es que estas variopintas bandas y comunas de animales perdidos son el resultado, en ocasiones, de desgraciados accidentes con mal final y, la mayoría de las veces, de la irresponsabilidad de aquellos que no hacen caso de un problema que inevitablemente está ahí. La vida de un animal en la calle es muy dura, pero la solución no radica en su exterminio sino en actuaciones bien planificadas que empiecen por la correcta educación de los individuos en materia de convivencia, responsabilidad y respeto. El problema es ciertamente grave, máxime si nos detenemos a pensar que esta situación de desamparo no sólo afecta a muchos animales sino que es extensible a personas que lo han perdido todo a causa de la desgracia, de la enfermedad o simplemente de la mala suerte y que son convertidas en parias de nuestras avanzadas sociedades del siglo XXI, en tristes seres condenados a empujar sus vidas arropadas por cartones en carritos de supermercado. Nadie es inmune a esta plaga social y un mal giro de la fortuna puede acabar con nuestros huesos, animales o humanos, en plena calle: quizá sea el temor a esta posibilidad lo que provoca en muchas personas esa ceguera selectiva que convierte en seres invisibles a los vagabundos de dos y cuatro patas.

Una manera sencilla de cambiar nuestra actitud ante esta triste realidad es proponerse mirar a los ojos de estos míseros espectros cuando se crucen en nuestro camino en vez de girar la vista. Si lo hacéis, os aseguro que habréis dado un paso importante, porque una vez que se han abierto los ojos, ya no se pueden cerrar...

Porque la mirada es el espejo del alma...

¡Gracias a todos los que un buen día se decidieron a ver a aquellos que se desvanecían bajo la indiferencia y el olvido!

7 comentarios:

  1. desde mi mal aliento gatuno, hoy me quedo con mi soledad, deanbulando por todo rincon,
    de tejado en tejado y me prejunto? cuando llegara el dia en que la estatika electricidad de los cables alcanzara la estatica de mi electrisante pelaje y al fin morir!!!

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  2. A mi me pasa que no puedo dejar de mirarlos.... :(
    Por eso estoy en contacto con gente protectora de animales y siempre ayudo en lo que puedo, muchas veces tratando de buscar un nuevo hogar para ellos.... :) Siempre pienso que la gente no tiene que comprar animales (los criaderos me representan al trafico de esclavos...) supongo que es mejor acudir a una protectora y darle la posibilidad a algun animalito abandonado.

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  3. ¿Para cuando una protectora de personas?

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  4. Gracias a todos por vuestros comentarios.

    Me han llamado la atención los versos tan profundos dedicados a un gato callejero de nuestro primer visitante Anónimo. La verdad es que me han hecho pensar...

    En cuanto a la protectora de personas planteada por nuestro segundo Anónimo, no sé muy bien qué decir. Supongo que ya existen albergues e instituciones que acogen y ayudan a humanos con problemas, al igual que las hay destinadas a la protección de animales. Pero mi esperanza tiene como objetivo un mundo en el que este tipo de centros no sean necesarios, porque ya no existirán seres que se vean obligados a acudir a ellos.

    Con Dark Euridice compartimos la opinión de que la venta y la adquisición irresponsable de animales es algo que está mal, constituyendo la otra cara de esta moneda toda esa gente maravillosa que se afana por ayudar a los animalillos que, cual juguetes rotos, terminaron en las calles. Y por eso creemos que para lograr que las cosas cambien es importante abrir los ojos!

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  5. No puedo evitar ver en las palabras del "segundo anónimo" un deje de demagogia...

    ¿Para cuándo un trasplante de cerebro para personas? Diría yo...

    Sólo le ha faltado añadir frases de las que ya estoy harta como las del hambre en el mundo, las guerras, que las personas "están primero"... cuando, y abramos los ojos ya, es la humanidad la propia responsable de su suerte y, lo peor de todo, de la suerte de las demás especies que conviven con nosotros en este mundo.

    Yo también pido que todos abramos los ojos de una vez y nos pongamos en lugar del otro, sea de la especie que sea.

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  6. Realmente profundo lo que reflexionas, Rumbo, y acertado, ¡es lógico que tengas ese nombre!

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  7. Gracias a Carmen y a Gato Pu por pasar por el blog y dejar sus comentarios.

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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