Pues sí, así es. Tras un final de primavera jalonado por convulsas tormentas y repuntes de calor, parece que el verano ha llegado hoy por fin a eso de la 1:59 de la madrugada. Dicen los especialistas que este año padeceremos un estío largo y con temperaturas ligeramente más altas que las de años anteriores, siendo víctimas de un calor más intenso los residentes en el este y en el sur de la península (vamos, que Noa y yo ya podemos ir preparándonos para estar, literalmente, tirados por los suelos...) Tanto humanos como peludos han de tener cuidado en estas fechas con los golpes de calor, pues pueden ser mortales. Entre otras medidas, es importante beber bastante agua y no realizar esfuerzos en las horas en las que el calor aprieta. Y a las elevadas temperaturas hay que añadir un peligro diurno del que los humanos empezáis a ser conscientes pero que a veces olvidáis al pensar en vuestros compañeros gatunos o perrunos. Se trata del sol. Y es que las mascotas también podemos ser víctimas de insolaciones y de quemaduras solares.
Para evitar estos peligros, los perros y gatos que salgan a la calle, deberán hacerlo a primeras o últimas horas, dejando la parte central del día para echarse buenas siestas a la sombra. Porque esa es otra, tanto humanos como mascotas debemos contar con un lugar resguardado y fresquito en el que poder protegernos del sol cuando aprieta demasiado. El peligro de padecer quemaduras no desaparece aunque vuestro compañero peludo no salga de casa... Por nuestra propia experiencia, sabemos que la mayoría de los gatos somos adictos al sol (suponemos que a otros peludos también les ocurre lo mismo) y aunque no salimos al exterior, los rayos solares sí entran en casa. De esta manera, muchos felinos domésticos se dedican a recibir baños solares a través de los cristales de las ventanas, con lo que los efectos dañinos del sol se intensifican. No debemos ponernos dramáticos: unos minutos de sol no son para nada perjudiciales, pero el problema crece cuanto más tiempo pasemos expuestos a los rayos solares y cuanto más claro sea nuestro pelaje (los gatos blancos son los que más problemas pueden padecer por culpa del sol) Y mientras a nadie se le ocurra diseñar protección solar para mascotas, la mejor solución es bajar las persianas, correr las cortinas y limitar el contacto directo con el sol de vuestros peques, especialmente durante los meses estivales, aunque no estaría de más que el control fuese constante durante todo el año. De esta manera, evitaremos feas ampollas y quemaduras que se darían con mayor facilidad en las orejas, la nariz, los labios y los párpados y que podrían llegar a ser el anuncio de un grave cáncer de piel.
En la foto podéis ver a Noa disfrutando de uno de sus limitadísimos ratitos al sol en nuestro árbol-rascador de la terraza. Y es que, para evitar males mayores, lo mejor será quedarse en casa y a la sombra, evitando las salidas al exterior, a los balcones y a los patios mientras caliente el sol y aplicarnos el dicho y recordar que "Lo bueno, si breve, ¡dos veces bueno!"
Bem visto,Rumbo. Obrigado por nos alertar sobre o assunto!
ResponderEliminarBom fim de semana
Thor
Que buen ainformaci{on amigo, alli comenzo el verano y por estos lares comenzo el Invierno, tenemos friio y estamos rodeados de nieve uff asi que preferimos la cama calentita..
ResponderEliminarles dejamsoa bracitos peldutios..
¡¡¡Pero qué es esto!!
ResponderEliminar¡¡Más humanos prohibiendo el sol!!
¡¡Luchemos contra la dictadura de las sombras!!
¡¡Muahahahahahahá!!
¡¡¡Pero qué gata ésta!!! ¿No te acuerdas de lo que le pasó a tus orejas?
ResponderEliminarPor favor, tened cuidado con el sol.
Gracis por tus consejitos,mami ya los pone en practica pues no deja que salgamos a la terraza cuando cae ese sol de justicia,bueno nos deja salir un ratito pero enseguida nos hace entrar al tete y a mi jeje.
ResponderEliminarLametones y ronrones arf arf!
Y si.... a dormir todo el dia y a salir de noche! como corresponde a todo felino que precie!
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