miércoles, 30 de septiembre de 2009

Días de clínica

La semana pasada, Noa, Elmo y yo hicimos una visita conjunta a la clínica veterinaria. Resulta que al rubiales, todo un chicarrón de 6 meses, le había llegado la hora de pasar por el quirófano para acabar con su, cada vez más evidente, fuente de testosterona (Ejem, ejem...) Con esto quiero decir que el enano ha ingresado con honores en el club de los gatos eunucos. Su intervención y la estancia en la clínica fueron muy bien y, desde que se despertó tras la cirugía, ha estado dando, como siempre, la lata habitual: y es que este pequeño es pesado hasta después de una operación.

Lamentablemente, Noa y yo no sólo fuimos a la clínica para dar ánimos a Elmito: aprovechando su ayuno de 12 horas impuesto a causa de la cirugía, a Noa y a mí también nos dejaron sin cenar para hacernos unos rutinarios análisis de sangre. Entenderéis que yo me disgusté mucho, no tanto por la sangría sino como por pasar toda una noche sin poder llevarme una croqueta a la boca. De todas maneras, tampoco me chifla el tema de que me saquen sangre y, según comentaron los humanos presentes durante la extracción, Noa se portó mil veces mejor que yo. ¡Pues sólo faltaba! Una cosa es que me saquen sangre y otra es que se lo ponga fácil, ¿no? El que con toda seguridad no se movió ni un poquito fue Elmo, pues a él también le extrajeron sangre, pero mientras estaba dormido, así que el pobre no tuvo opción de resistirse... ¡En fin! De toda esta expericencia cuasi vampírica, lo único realmente bueno es que los tres estamos, en general, bastante sanos y libres de VIF y FeLV. A Noa aún le falta recibir unos resultados que tardarán algo más, pero esperamos que estas pruebas también tengan una interpretación positiva. Así que, como dicen por ahí, bien está lo que bien acaba, ¿no creéis?

A pesar de que la cosa no fue mal del todo, yo espero que a mis humanos no se les ocurra traumatizarme con agujas y jeringuillas en mucho tiempo (por lo menos en 12 largos y placenteros meses) Durante ese periodo de paz, seguro que seguiré padeciendo a las dichosas báscula y cinta métrica y así, el miércoles de marras, además de sangrarme me pesaron: el veredicto del pesaje fue que continúo manteniéndome en 6 kilos y 350 gramos... Pero esa ya será otra historia...

6 comentarios:

  1. Vengo a darte las gracias de corazón, La Gatera, pues, de este modo, nuestro infinito amor por eso seres divinos, se incrementará tanto como la colaboración que podamos prestarnos mutuamente de ahora en adelante: todos mis colaboradores, mis seguidores, mi esfuerzo y mi corazón están, desde ya a tu servicio, con el fin de que lo antes posible podamos devolverles a esos seres vivos de quienes deberíamos aprender su perfecta humanidad el respeto, los derechos, la vida y el espacio en esta tierra de todos que tan brutalmente les hemos robado...

    ¡¡¡Cuenta conmigo para lo que necesites y un lametazo baboso pero cargado de cariño infinito!!!

    ResponderEliminar
  2. Gracias a vosotros por visitarme y lleváos esa barra a vuestro blog: la regala Anima Animalis y así no habrá posibles olvidos... Y, de paso, ya tenéis un regalito también mío... ¡¡¡Que me hará mucha ilusión que la tengáis en vuestro blog!!! Y se me acaba de ocurrir que la voy a poner a disposición de todos... jeje!!! Gracias por la idea!!!

    ResponderEliminar
  3. Queridos tres:
    Enhorabuena por haber cubierto la rutina médica y estar más sanos que una manzana.
    Os envío un abracito y mi cariño para vuestros humanos.

    Ro

    ResponderEliminar
  4. Qué bien que todo saliera a la perfección. Sobre todo esas enfermedades virales tan malas. Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Vaya, ¿cómo es eso que les hiciste las pruebas?

    ResponderEliminar
  6. Gracias a todos por los ánimos: la verdad es que nunca están de más cuando se trata de ir a visitar al veterinario.

    Y, respondiendo a Carmen, os diremos que Noa, Elmo y yo ya teníamos las pruebas de VIF y FeLV hechas: cada uno había pasado, en su momento, por el trance de dar unas gotitas de sangre para que nos hiciesen el test en la clínica (con resultado negativo para todos) Pero, por circunstancias de la vida, con la llegada de Elmo la situación en casa cambió un poco y, asesorados por nuestra veterinaria, se decidió que había que despejar cualquier duda sobre la salud del pequeño por medio de unas pruebas llamadas PCR. Puestos a ello, mis humanos pensaron que lo mejor sería hacernos las pruebas a todos a la vez, confirmándose con estos análisis que ninguno de nosotros padece ni SIDA ni leucemia.

    ResponderEliminar

Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

----------