No te pierdas la Wakakán de noviembre... |
Puede que algunos ya lo sepáis, pero desde hace tiempo La Gatera comparte recursos, tiempo, temática y esfuerzo con un blog primo-hermano al que pusimos el nombre de Crash Test Cats y al que nos referimos de forma abreviada como C.T.C. El caso es que hace algo más de un año, nuestra humana publicó allí una entrada sobre un fantástico proyecto con alma animal que había descubierto por pura casualidad, la revista Wakakán, y a raíz de aquello, entró en contacto con sus creadores. Los meses han pasado, el intercambio de emails ha seguido y fíjate tú por donde, en el último número de noviembre le han publicado un artículo sobre la musicoterapia aplicada en gatos con estrés. Se trata de una versión adaptada de un texto muy personal que preparó y publicó en C.T.C. allá por febrero de este año inspirándose en artículos y estudios sobre el tema y en el efecto que los distintos tipos de música ejercen sobre nosotros: ¡ni os imagináis la de piezas, melodías y canciones que hemos tenido que aguantar para que comprobase si éramos más de música barroca, de jazz o de New Age! Pero creemos que el esfuerzo, si el artículo os gusta, habrá merecido la pena.
La música, ¿amansa a tus fieras? |
Os dejamos el enlace al articulo publicado en la revista y en la propia web para que podáis disfrutarlo (o padecerlo, según se mire...) en el formato que os resulte más cómodo. Aunque os recomendamos que si os gusta el tema no dejéis de pasaros por la versión original publicada en C.T.C., donde encontraréis enlaces a recursos sonoros con los que podréis comprobar la reacción de vuestros gatetes ante distintos tipos de música.
Pincha en esta imagen y accede directamente al artículo de nuestra humana. |
Y ahora quid pro quo, queridos lectores, porque nos encantaría que nos contáseis si la música relaja a vuestras fieras o si vuestras fieras pueden con la música y con lo que les echen. ¿Algún rockero o heavy entre los gatos presentes o somos todos más bien de música de cámara y piezas tranquilas e ilustres? ¡Escuchad, escuchad y no dejéis de contar!
Por cierto, si no conocíais la revista Wakakán, no dejéis de consultar sus anteriores números. ¡Merece la pena! Y si tampoco os habéis pasado nunca por nuestro Crash Test Cats, os invitamos a daros un paseo gatuno por allí. ¿Alguien se anima?
Les da lo mismo, son unos salvajes xD
ResponderEliminarBesos
Pues tus salvajes sabrán...
Eliminar¡Ronroneos! :)
A Dina el único sonido que le provoca alguna reacción es el de su plato y los truenos, con la música ni se inmuta.
ResponderEliminar!!Saludos!!
Pues es raro, porque aunque parezca que no surte ningún efecto, lo normal es que algunos tipo de música relajante tranquilicen a nuestros gatos y también lo contrario: hay melodías que les ponen como locos, los activan y les ponen muy nerviosos :)
Eliminar¡Ronroneos musicales, Carmen y Dina!
Los míos están siempre tan perezosos y relajados, que cuando les pongo un cd que tengo de música de relax ya están en el nirvana !!!!!!
ResponderEliminarBesos y ronroneos,
En tal caso, Lídia, a lo mejor tus tres chicarrones son los candigatos perfectos para algo de jazz o alguna melodía con un poco más de ritmo que les dé vidilla y energía :)
Eliminar¡Miau y a desrelajarse!
A Guindilla creo que le molestaba la música, siempre que yo ponía música en la cocina (mientras yo hacía la comida) ella no paraba de maullar de forma insistente e insoportable. A las otras dos creo que ni fú ni fá.
ResponderEliminarBesos y ronroneos
A nosotros eso que describes con Guindilla nos pasa con algunos cantantes y a mí en especial con Camilo Sesto: es escucharlo y me pongo frenético, casi parece que me asusta de lo que me altero. Noa y Elmo lo llevan mejor, pero yo es que acabo de los nervios. Quizá la pobre Guindi sólo te estaba pidiendo que cambiaras de CD.
Eliminar¡Ronroneos con mucho ritmo!
¡Uy! La gata de mi madre sale huyendo a la que pones una canción sea la que sea pero a la mía parece que le gusta... casi toda. El otro día se me ocurrió cambiar de la música habitual por una de hip hop de mi juventud ¡y me arreó un zarpazo en la cara! Sin sacar las uñas claro, que ella me quiere mucho, pero fue un aviso de que si quería escuchar eso, que me pusiera los auriculares.
ResponderEliminar¡Claro que conozco Wakakan! A veces hago fotos para algunas protectoras y me encanta ver cuando salen publicadas, mi madre (que es mi mejor fan) las colecciona :)
¡Miau!
Si es que las madres son las seguidoras más fieles y entregadas para todo: cuando empezamos con el blog hace unos cuantos años y no nos leía nadie, ahí estaba nuestra abuela humana haciéndonos comentarios. ¡Qué tiempos aquellos!
EliminarY en cuanto a lo de la música, pues se nota que a tu peque no le van las melodías de tu juventud, así que mejor escucha algo que os guste a las dos :)
¡Ronroneos, Elena! Y gracias por esas maravillosas fotos que vemos de vez en cuando de los gatetes de algunas protectoras (por ejemplo, Adypa)
Recuerdo algunos acogidos que he tenido que si que eran muy sensibles a la música, por ejemplo Celia, una gatita que le encantaba escuchar música suave y se quedaba adormecida, en cambio si escuchaba gritos por la tele se alteraba y se ponía a llorar. También Cora una perrita muy nerviosa que tuve acogida mucho tiempo, la única forma de calmarla era ponerle un disco de un cantante francés del año catapún (no recuerdo el nombre), era lo único que conseguía amansarla jeje
ResponderEliminarLa verdad es que a algunos animales la musicoterapia les va de maravilla: se relajan y se quedan tranquilitos, algo perfecto para esos momentos frenéticos que se viven a veces en las casas con gatos. Y cierto, aunque no hablamos de perros en el artículo, a ellos también les influye la música y puede o bien activarlos o relajarlos, dependiendo de lo que escuchen.
EliminarLo del cantante francés del año catapún ya es de categoría y de nota: menos mal que tenías el disco en casa :)
¡Ronroneos melódicos, Kira! Y gracias por el comentario :)
¡¡Eeeh!! ¡¡Enhorabuena por la publicación!! ¡¡Directa al estrellato!! ;)
ResponderEliminarMis gatos no son especialmente sensibles a la música, o al menos a mí me parece que no la ignoran (lo mismo por dentro están bailando...) Sí que suelen reaccionar a ciertos sonidos muy agudos, tipo flauta, que los estresa mucho!!
De todas formas, seguiré poniendo música y observándolos, quién sabe, lo mismo algún día descubro sus gustos musicales...
Al estrellato no creemos, Gema, pero ha sido divertido colaborar con una publicación como la revista Wakakan. Con respecto a los gustos musicales de tus cinco fieras, tú lo has dicho: seguid escuchando y observando y ya hablaremos de preferencias musicales :)
Eliminar¡Ronroneos y ritmo, familia!
Por fín, es que en mi vista anterior me quedé sin poder comentar, pero sí que estuve leyendo el artículo . ¡Enhorabuenaaa, por el!
ResponderEliminarEstamos acostumbrados a la música, al menos desde que llegamos a esta casa, que es una casa muy musical.
Y aunque suele sonar mucho la llamada clásica, y jazz (que puede ser bien desquiciante), también otras, pero aguantamos todos los estilos sin preferir ninguno, sin inmutarnos en realidad.
Y Pulgui, recién llegada, y sin haber oído música en su vida, tampoco reaccciona.
A Efi no le gustaba mucho cuando oía el piano en directo, así que quizás fuera culpa de la mediocridad de la intérprete...
Y aunque no es música, de la tele nos hace levantar las orejas los ladridos de perros, los llantos o gritos de niños y dibujos animados.
Puedo deciros que ahora mismo estoy ante la estufa con Wagner sonando a todo volumen, y tan pancho. Tan panchos los tres, el único que se queja es el bene que dice que no se concentra. A mi me parece que a los humanos "os lleva" más la música, que a nosotros.
Pues fíjate que a nosotros Wagner nos pone violentos y con ganas de gresca... Somos más de Chopin o Mozart y nos gustan mucho las melodías preparadas para felinos como las de Relax My Cat y similares. Aunque tampoco es que nos pongamos a bailar ni nada de eso (que de gatos que bailan ya hablaremos otro día...), simplemente nos relajamos y ya está. Y eso es lo que importa ante cuadros de estrés, porque si la música logra reducir las medicaciones, el esfuerzo melódico merece la pena :)
Eliminar¡Música, ronroneos y concentración para el Bene, familia! Y nuestra humana dice que gracias por la enhorabuena y que si le publican otro, ya os avisa.