viernes, 14 de agosto de 2009

El día después...

Pues al final, según me ha contado mi humana, el pequeño invasor rubio terminó la noche agazapado debajo de una de las estanterías del salón: como ya os dije, en cuanto las cosas empezaron a ponerse feas, él supo encontrar el refugio apropiado para capear el temporal de tracas y petardos. Aunque, si nos ceñimos a los hechos, lo cierto es que todos los miembros gatunos de la familia acabamos la fiesta más o menos escondidos a causa del estruendo de los fuegos de artificio: Noa y Deux por miedosos y yo, que como ya sabéis soy un valiente, por simple solidaridad con mis compañeros felinos (Ejem, ejem...)

Sea como sea, el caso es que, un año más, los gatos de esta familia hemos superado la noche ilicitana más ruidosa, prueba inequívoca de que todos los humanos, como ya veníamos sospechando desde hace tiempo, deben estar un poco locos... Y así, durante los próximos 364 días, las únicas palmeras que reinarán en Elche serán las de verdad, tan características, sea dicho de paso, del perfil de nuestra ciudad.

3 comentarios:

  1. Rumbo, ¡Que solidario y que valiente! si ya se ve que tú eres el lider en esa casa, (macho alfa).
    Creo que Deux esta pagando la novatada je je je

    Anda sigue divirtiéndote ¿cómo se ve todo debajo de la cama?
    Cariños
    Ro

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  2. tiempo sin vernos! (o leernos) rumbo, veo que has pasado por un nuevo momento de bullicio... asi es como no importa en q pais estes, siempre hay de estos molestas festividades. (para nuestros oidos claro) aunq debo decir que los mas afectados son los caninos sin duda...
    y vaya noticia me llevo al ver el invasor en tu casa jiji
    vamos a ver como siguen las cosas..

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  3. Aquí ya han terminado las fiestas y también las hemos pasado un año más afrontándolas con valentia.
    Después de todo no nos fue tan mal como otros años...

    Ronroneos.

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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