lunes, 31 de mayo de 2010

El mundo al revés

jueves, 20 de mayo de 2010

Verde que te quiero verde

Muchos humanos que conviven con gatos se quejan a menudo de la afición de sus pequeños por destrozar y mordisquear las plantas de la casa. Al margen de aquellos mininos interesados en la jardinería como yo, la mayoría lo hacen simplemente porque les gusta, les divierte o, incluso, lo necesitan. Y es que para un gato doméstico sin acceso al exterior, las plantas son magníficos y atractivos representantes en maceta del mundo vegetal. Jugosas, tiernas y fresquitas, constituyen un objeto paciente al que pegar, un bufet vegetariano en el que servirse, un elemento perfecto de camuflaje durante las escaramuzas felinas e incluso un purgante natural al que acudir en caso de empacho. Pero esta relación tiene sus riesgos, constituyendo el principal peligro para el gato el hecho de que algunas plantas son tóxicas: por norma general hay que evitar que los felinos tengamos acceso a todas aquellas que tienen savia blanca. (Ya hablamos de este tema hace tiempo. Os dejamos el enlace a De terrazas y jardines porque al final encontraréis un listado de plantas tóxicas)

Si dejamos de lado la mera diversión y nos centramos en la necesidad, resulta que a veces los gatos tenemos que ingerir plantas para purgarnos, especialmente cuando hemos tragado gran cantidad de pelo durante nuestras a veces interminables sesiones de aseo. De ahí que la problemática relación de los felinos con las plantas caseras se agrave durante las épocas de muda(localizadas durante la primavera y el otoño)

Llegados a este punto la pregunta que podemos plantearnos es la siguiente: ¿es posible evitar esta conducta felina? Dicen que quien evita la ocasión, evita el peligro, así que los humanos que no quieran ver sus macetas convertidas en ensaladeras deberían empezar por colocar las plantas lejos del alcance de sus mininos. Otro tema es el de ayudar a los gatos a la hora de evitar las bolas de pelo, proporcionándoles malta extra durante los meses de muda y plantándoles hierba gatera para su consumo (podéis encontrar ambos productos en tiendas especializadas y en grandes superficies) Quizá de esta manera consigamos el equilibrio entre lo gatuno y lo vegetal en nuestras casas, contribuyendo a evitar sustos y algún que otro disgusto.

En la primera foto podéis ver a Elmo, recién llegado a casa, atacando a nuestro, ya por aquel entonces, delicado helecho... En la segunda imagen aparezco yo, disfrutando de mis ricas y tiernas hierbitas. Y es que nosotros dos somos muy aficionados a comer y a destrozar plantas, mientras que a Noa casi ni le interesan. Y a vosotros, queridos lectores, ¿os atrae el mundo vegetal? ¿Tenéis acceso a las plantas de casa? ¿Las mordéis? ¿Las rompéis? ¡No dejéis de contárnoslo!

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Me abrazas?

Un gato doméstico puede encontrar amparo y protección en muchos rincones pero, sin duda alguna, donde casi todos nos sentimos más a gusto es cerquita de nuestros humanos. Para muestra os dejamos este botón: una foto de Elmo tranquilo y relajado entre los brazos de nuestra humana. ¡La cara del peque vale más que mil palabras!

Y a vosotros, queridos lectores, ¿os gusta que os abracen? ¿Os encanta que os achuchen? ¿O preferís mantener algo de distancia? ¡No dejéis de contarnos!

jueves, 6 de mayo de 2010

¿Te desparasitan internamente? Encuesta de mayo

Hace un año (¡cómo pasa el tiempo!) os preguntamos a través de nuestra encuesta si usabais algún método para protegeros frente a los parásitos externos (pulgas, garrapatas y algún que otro bichillo) y la mayoría respondisteis que sí. Doce meses después nuestra curiosidad vuelve a conducirnos hacia el tema de los parásitos, pero en este caso de los intestinales. Y es que muchos humanos no son conscientes de la importancia de desparasitar interna y periódicamente a sus gatos y perros. Convertir este gesto en un hábito es importante no sólo para los animales sino también para las personas que conviven con ellos porque estos parásitos pueden ser contagiados a los humanos y provocarles desde simples molestias a graves enfermedades. En el mercado existen gran variedad de productos (pastillas, jarabes, pipetas, etc) destinados a prevenir y/o acabar con la infestación de bichejos tan desagradables como los toxocaras, los dipilidium o la dirofilaria, siendo su aspecto tan poco sugerente como sus nombres.

Lo habitual es que la voz de alarma se dé cuando el gato o el perro excreta junto con las heces alguno de estos parásitos pero no debemos acordarnos de santa Bárbara sólo cuando truena: lo que debemos hacer es prevenir en la medida de lo posible la infestación con desparasitaciones rutinarias cada tres meses aunque el animal no salga de casa. Y es que esta es una creencia muy extendida sobre todo entre los propietarios de gatos sin acceso al exterior, que no se dan cuenta de que los demás miembros de la familia (personas, perros, etc) sí salen y pueden vehicular todo tipo de parásitos, tanto externos como internos, que encontrarán un fantástico refugio en la cálida y mullida anatomía del felino doméstico.

Así que ahí queda nuestra pregunta: ¿Os desparasitan internamente? Las respuestas entre las que podréis elegir la vuestra son las siguientes:
  • Sí, periódicamente.
  • Sí, cuando tengo parásitos.
  • No, nunca.
  • No sabía que tenían que hacerlo...
  • Ninguna de las anteriores.
¡Ánimo, que cuantos más votos cosechemos más interesantes serán los resultados! Y recordad que el cuestionario estará colgado hasta final de mes en la columna de la derecha.

NOTA: Quien mejor os puede asesorar acerca del antiparasitario interno más efectivo y de la frecuencia de toma en función de vuestras circunstancias (peso, estado de salud, riesgo de infestación...) es vuestr@ veterinari@. Así que, en caso de duda, os recomendamos, una vez más, acudir a vuestra clínica habitual.

miércoles, 5 de mayo de 2010

¿A qué huelen las fotos?

sábado, 1 de mayo de 2010

Resultados de la encuesta de abril

Al parecer, según los resultados de nuestra encuesta de abril, los gatos seguimos siendo todavía hoy unos grandes desconocidos y debemos confesar que, en esta ocasión, estamos completamente de acuerdo con la mayoría. Y es que los votos han quedado distribuidos de la siguiente manera:

¿Los gatos somos unos grandes desconocidos?
  • , 10 votos (71%)
  • No, 3 votos (21%)
  • Ni sí ni no, 1 voto (7%)

Para mucha de la gente que no tiene gato, los felinos continuamos siendo animales ariscos, impredecibles e interesados, augurio de calamidades y portadores de mala suerte. Incluso para algunas personas que coexisten con gatos, no somos más que alimañas salvajes toleradas a causa de nuestra habilidad cazadora. Cuántas veces los humanos gateros han tenido y tienen que aguantar comentarios despectivos basados en la ignorancia: que los gatos no somos capaces de dar cariño, que no sentimos ningún tipo de apego, que somos traicioneros y malvados, que somos animales de la calle... Y es que a los gatos o se nos quiere o se nos odia, siendo imposible posicionarse en un término medio.

Pero no todas las conclusiones que extraemos de nuestro cuestionario son negativas, porque los 14 lectores que han participado con su voto, se han declarado con este sencillo gesto y quizá sin saberlo verdaderos amantes del mundo felino. Y esto ya es un gran paso.

Llegados a este punto, sólo nos queda dar las gracias a los particpantes que han hecho posible que hoy estemos publicando estas conclusiones. Y, por supuesto, enviar unas gracias especiales a Luna y Zeus, a Lery Versay, a Rosa María y a Ro por enriquecer su participación con sus estupendos comentarios.
----------