miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz Año Nuevo

San Silvestre o el último día del año

Muchas son las cosas que han ocurrido a lo largo de este 2008. Unas han sido buenas. Otras no tanto. Al fin y al cabo ya no son más que retales de una vida que compondrán para siempre el tapiz del año viejo y que darán paso en unas horas a las sorpresas del año que empieza. Inevitablemente, el tiempo seguirá su curso, imparable, y quizá esto sea lo más maravilloso.

Muchas, también, han sido las cosas que os hemos contado desde nuestra Gatera y hoy aquí queremos destacar doce entradas, una por cada mes, como recordatorio de este camino lleno de alegrías y penas que hemos recorrido juntos desde enero a diciembre. Sirva este recopilatorio de escritos como modesto homenaje al bueno de san Silvestre, patrón de los picapedreros y titular del último día de cada año.
Tin, tan, ton... Con estas doce campanadas, el 2008 fenece... Tin, tan, ton... Y nos despedimos así hasta el año que viene... Tin, tan, ton... Aunque os aseguro que la espera será breve... Tin, tan ton... ¡Nos vemos y leemos en el 2009!

sábado, 27 de diciembre de 2008

Y los gatos montaron el Belén

Visitando el día de Navidad uno de los belenes de nuestra ciudad, mis humanos se dieron cuenta de que entre las terrazas y los tejados se escondían unas figuritas muy especiales...


Ahí, donde os indicamos con una flecha y acechando a unas rollizas palomas, se encontraban este par de hermosos gatos que enriquecen la composición de un nacimiento bastante cuidado en cantidad y calidad de animales representados: mulas y bueyes, camellos y dromedarios, corderos y ovejas, gallinas, gallos y pollitos, cerdos y cochinillos, palomas, lechuzas y, para rematar la fiesta, unos cuantos perros y gatos. Como las fechas lo permiten, os dejamos la estampa de estos dos pequeños felinos que nos demuestran con su presencia que los gatos podemos llegar allá donde nos lo propongamos. Y desde aquí hacemos un llamamiento para que el año que viene los gatos cobren un papel todavía más destacado. ¿Quién sabe si algún intrépido belenista ideará una escena de pesebre con felino incluido? Os aseguro que, si se diera el caso, el niño iba a estar bien calentito y perfectamente arrullado.


Si en los belenes de vuestros pueblos y ciudades también participan los gatos, contádnoslo. Y si nos enviáis una foto la publicaremos en el blog. Recordad que nuestra dirección de contacto es gateraderumbo@gmail.com.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

¡Feliz Navidad!

lunes, 22 de diciembre de 2008

Una pregunta...

¿Por qué todo el mundo quiere hoy que le toque El Gordo y a mí me tienen a dieta?

domingo, 21 de diciembre de 2008

¡Y llegó el invierno!

Con unas semanas tan frías como las que estamos viviendo, es fácil que la llegada de la estación blanca se confunda con los últimos días otoñales, pero lo cierto es que el invierno ya está aquí. En estas jornadas de bajas temperaturas os recordamos que lo mejor es recurrir a la fuente de calor viviente más cercana (ya sea humana u animal) para reconfortar los ateridos y destemplados cuerpos.

Siguiendo nuestro propio consejo, Noa y yo nos pasamos las horas abrazados y revueltos, componiendo un interesante y siempre equilibrado Yin y Yang gatuno. Otros gatos, en cambio, pasan gran parte del día solos o simplemente no aceptan lo de formar equipo con fines térmicos, tratando por todos los medios de entrar en calor por libre y sin ayuda de nadie. Y eso es precisamente lo que hacían Chiqui y Veva esta misma tarde: disfrutar de la calefacción y dormir a pata suelta, a lo que debemos añadir que es un consuelo que mis abuelitos humanos tengan la casa climatizada, porque a esas dos dormir juntas no les gusta demasiado... Lo importante es sacar calor de donde sea, que no es tiempo de derrochar energía. Así que a disfrutar todos de la estación recién estrenada, aunque si es debajo de una buena manta, ¡mejor que mejor!


Suerte y salud

Mañana, en España, es un día especial. Es 22 de diciembre, día de la lotería de Navidad. La suerte flota en el ambiente y para unos pocos será una jornada con premio aunque la mayoría tendrá que conformarse con la salud... Pero de lo que yo vengo a hablaros no es de la alegría de aquellos que puede que mañana a estas horas sean millonarios, sino de la reinterpretación del mito del gato negro. Y es que, paseando por el centro de Murcia, podéis encontraros con una administración de lotería que desafía a la ilógica suerte al haber convertido a un amenazante gato negro en la imagen de su negocio.


Suerte y gato negro: la cara y la cruz del mundo de la lotería combinados con gracia en esta oficina de la calle Trapería. Menos mal que los dueños no se han dejado llevar por la superstición y nos brindan la oportunidad de frotar nuestros décimos contra el lomo del enorme felino que tienen en la puerta. Y os aseguro que la gente hace cola para comprar aquí, constituyendo este hecho una prueba más de que los gatos negros no son portadores de un aciago destino, por lo menos para los encargados de esta administración...


El caso es que este gato lotero color azabache puede visitarse sólo en horario comercial, ya que por la noche le dan cobijo en el interior de la administración, protegiéndole de cualquier tipo de incidente o inclemencia... Esperamos que su tamaño o su fiera expresión no os asusten, porque tras su dura apariencia solamente se esconde un gatito afortunado.

Por si no lo leísteis en su momento, os dejamos el enlace a otra entrada en la que ya reflexionábamos sobre la creencia popular de que los gatos negros dan mala suerte. ¡Paparruchas! Y si no que se lo pregunten a mi tío Dani, que vive desde hace años con Salem, con su pelaje largo y negro, y no ha sido víctima de ninguna catástrofe... por lo menos aún... Ejem, ejem...

¡Salud y suerte para todos!

¿Conocéis otras administraciones de lotería u otros negocios con gato negro, blanco o de cualquier otro color? ¡No dudéis en contárnoslo!

lunes, 15 de diciembre de 2008

Un ángel con bigotes

Hoy os voy a contar una historia con héroe incluido. Resulta que había una vez una pequeña familia que vivía con un gato algo tímido pero bonachón de los pies a la cabeza. Un buen día, la madre estaba en casa con su niña de menos de un mes y el hijo de una vecina al que estaba cuidando. Era temprano cuando llegó el momento de atender a la bebé. La madre entró en el dormitorio, dejando al gato fuera para que no enredase demasiado mientras aseaba y arreglaba a su hija. El gato ya se había acostumbrado a la rutina impuesta por la llegada de la bebé y respetaba con paciencia esos momentos de puertas cerradas. Pero ese día no fue así: desde el otro lado de la puerta la madre podía escuchar los maullidos y golpes del gato. No paraba de arañar y saltar, insistiendo como un desesperado, brincando contra el cristal de la puerta como si le fuera la vida en ello. La madre se asomó a ver lo que ocurría con toda la intención de regañar al inquieto felino pero, al abrir la puerta lo olió: ¡humo! En la habitación de enfrente se había declarado un incendio y el gato estaba tratando de avisarles. Rápidamente, la madre cogió a su bebé y al otro niño y escapó de aquella trampa seguida por su pequeño salvador que, una vez que comprobó que su familia estaba en la calle, se alejó corriendo del peligro, respondiendo a su instinto de supervivencia, y no volvió a aparecer hasta varias horas después, cuando ya los bomberos habían dejado el escenario de nuestro drama...

Gato en el sofáDebo reconocer que me encanta contar esta historia y que me encanta que me la cuenten, porque para nosotros tiene un significado muy especial. Espero que no creáis que se trata de una historieta más; lo cierto es que lo que os he contado ocurrió en realidad. Fue el 5 de diciembre de hace años en un pueblo de Murcia. El gato protagonista se llamaba Gato, así, con mayúsculas y estad seguros de que, en vez de tratar de avisar a su humana, podía haber escapado por el patio de la casa, siguiendo la ruta que cada día le permitía recorrer los tejados de los alrededores. Pero el caso es que no lo hizo y, gracias a su valor, consiguió salvar a su humana y a su bebé, sacudiéndose con esta hazaña el sambenito de traicioneros y egoístas que tenemos los gatos allá donde vamos. Yo sé todo esto y lo sé de muy buena tinta, porque la bebé y la madre que fueron salvadas de la asfixia y las llamas no son otras que mi humana y mi abuelita, que nunca han olvidado que aquel frío día de finales de otoño su ángel de la guarda tuvo bigotes y unos enormes ojos verdes.

Gato posando
Gato con bebé

viernes, 12 de diciembre de 2008

¡Felicidades, Gato!

Hace unos días, nos enteramos que a nuestro ahijando Christian le apodan Gato. (En realidad es el ahijado de mi humana, pero como todo lo de mi humana es mío... Ejem, ejem...) Resulta que es el portero de un equipo de fútbol juvenil y su entrenador empezó un buen día a llamarle Gato a causa de sus ojos verdes (muy observador el entrenador, sí señor) Además de tener una mirada felina, el chico se mueve como pez en el agua bajo los palos y parece ser que se estira con estilo y protagoniza buenos saltos: por eso, brinco a brinco, en Gato se ha ido convirtiendo para todos los demás. ¡Si es que no podía ser de otra manera! Ni que decir tiene que a nosotros nos encanta, aunque seguiríamos siendo sus fans a pesar de que le llamasen de cualquier otra manera (aunque también es cierto que es más apropiado que llamen a un portero Gato y no Perro, Topo o Moscardón... Vamos, digo yo y sin ánimo de ofender a nadie...)

Aparte de esta breve pincelada gatunera, hoy escribimos sobre Christian porque es su cumpleaños. ¡Se nos está convirtiendo en todo un adolescente! Y desde aquí esperamos que nuestro pequeño gran Gato pase un día muy especial.


¡FELICIDADES, GATO!

Sustos sin red

A ver si reconocéis al protagonista de un relato corto que nos han publicado en el blog El gato en la orilla de Espido Freire. Nuestra aportación se titula Sustos sin red y ¡esperamos que os guste! Por cierto, si alguien más se anima a participar pueden enviarse textos hasta el 15 de diciembre. Os copiamos un extracto de las bases:

Envíanos un texto breve, de al menos de entre 200 y 500 palabras, contándonos alguna anécdota protagonizada por tu gato. Todos los usuarios de Promiau que enviéis vuestros relatos antes del 15 de diciembre recibiréis gratuitamente en vuestros domicilios un kit Promiau (comedero para tu gato y taza con cuchara para ti) y el libro “Mileuristas” firmado por su autora, Espido Freire.

Y aquí tenéis los enlaces correspondientes:

martes, 9 de diciembre de 2008

La Gatera os recomienda...

Ni que decir tiene que en este vasto mundo virtual hay muchísimas páginas de personas y asociaciones dedicadas a la protección animal que consideramos importante difundir. A pesar de tener bastantes direcciones enlazadas en nuestra sección de Páginas amigas, hemos decidido ir destacando periódicamente alguna para que aquellos lectores que no la conozcan puedan descubrirla. Y hoy empezamos con un blog que leemos desde hace algún tiempo.

Se trata de En busca de una segunda oportunidad, espacio sacado adelante de forma constante y rigurosa por Melisa Tuya. Cada día, esta autora nos presenta asuntos y temas de lo más variado aunque siempre relacionados con el mundo animal, aprovechando cada una de sus entradas para compartir con sus lectores los casos de aquellos gatos y perros que viven esperando esa chispa de confianza que ilumine de nuevo sus ojos. Combinando ilusión, tristeza, optimismo, rabia y esperanza, la autora logra un espacio realista que es visitado día a día por gran cantidad de lectores. ¡Y desde aquí os animamos a echarle un vistazo si es que no lo habéis hecho ya!

domingo, 7 de diciembre de 2008

La ventana

El viernes descubrí, lleno de ilusión y de comedida alegría felina, un nuevo rincón de mi casa: la repisa de la ventana del dormitorio. Mi humana abrió un momento para ventilar la habitación y, en un descuido, ¡yo salté al otro lado! Me sentí como un explorador decimonónico al descubrir la fuente de la juventud eterna. Bueno, ya sé que no es para tanto, pero para mí fue un momento lleno emoción: cuando ya creía que conocía mi casa de cabo a rabo, ¡tachán! ¡Un nuevo aliciente! Lo malo es que, como mi humana me descubrió mientras estaba dando mi salto de gracia, no pude disfrutarlo ni un minuto.

A causa de la aventurilla que os acabo de contar y de mi recién descubierta afición por las ventanas y sus voladizos, mi humana me comenta que es importante que os diga que hay que tener mil ojos cuando se tienen mascotas en casa. Y más cuando estas tienen acceso a balcones, terrazas y ventanas. Es importante saber que toda apertura al exterior (especialmente si vivimos a cierta distancia del suelo) es sinónimo de peligro y de accidentes en multitud de desgraciadas ocasiones. Así que ¡cuidadín con las ventanas! Después de mi historieta puedo resultar incongruente, pero para evitarlo apelo a una gota de sabiduría extraída de la filosofía de vida de mi abuelito humano por parte de humana que dice así: "¡Haz lo que yo te diga, pero no lo que yo haga!" (Ejem, ejem...) Así que por mucho que yo haya saltado a la repisa, causando el consiguiente pinchazo en el corazón de mi humana, recordad que quien evita la ocasión, ¡evita el peligro!

De todas maneras, no creo que pueda acceder al exterior durante mucho tiempo porque después de mi breve incursión en terra incognita, la vigilancia y las medidas de seguridad se han quintuplicado... ¿Quién dijo que fuera fácil? Contra viento y marea, seguiré luchando por conseguir sentarme allí. ¡Palabra de gato! Otra cosa es que lo consiga... Pero eso ya ¡es otra historia!

Por si queréis saber más sobre gatos y alturas, os dejamos el enlace a otra entrada en la que contábamos el accidente de Noíta, porque yo aterricé en el voladizo pero la chiqutaja fue protagonista de un vuelo corto, intenso y con carrera al veterinario incluida...

viernes, 5 de diciembre de 2008

Del espanto gatuno que recibió don Quijote

Pues hoy nos remitimos a un clásico de las letras castellanas para demostrar que los gatos somos capaces de pasearnos por cualquier rincón. Y es que Cervantes nos incluyó en uno de los capítulos de su Quijote, enfrentando a su hidalgo en esta ocasión no contra gigantes, sino contra una jauría de felinos.

Del temeroso espanto cencerril y gatuno que recibió don Quijote en el discurso de los amores de la enamorada Altisidora.

Aquí llegaba don Quijote de su canto, a quien estaban escuchando el duque y la duquesa, Altisidora y casi toda la gente del castillo, cuando de improviso, desde encima de un corredor que sobre la reja de don Quijote a plomo caía, descolgaron un cordel donde venían más de cien cencerros asidos, y luego tras ellos derramaron un gran saco de gatos, que asimismo traían cencerros menores atados a las colas. Fue tan grande el ruido de los cencerros y el mayar de los gatos, que aunque los duques habían sido inventores de la burla, todavía les sobresaltó, y, temeroso don Quijote, quedó pasmado. Y quiso la suerte que dos o tres gatos se entraron por la reja de su estancia, y dando de una parte a otra parecía que una región de diablos andaba en ella: apagaron las velas que en el aposento ardían y andaban buscando por do escaparse. El descolgar y subir del cordel de los grandes cencerros no cesaba; la mayor parte de la gente del castillo, que no sabía la verdad del caso, estaba suspensa y admirada.

Levantóse don Quijote en pie y, poniendo mano a la espada, comenzó a tirar estocadas por la reja y a decir a grandes voces:

—¡Afuera, malignos encantadores! ¡Afuera, canalla hechiceresca, que yo soy don Quijote de la Mancha, contra quien no valen ni tienen fuerza vuestras malas intenciones!

Y volviéndose a los gatos que andaban por el aposento les tiró muchas cuchilladas. Ellos acudieron a la reja y por allí se salieron, aunque uno, viéndose tan acosado de las cuchilladas de don Quijote, le saltó al rostro y le asió de las narices con las uñas y los dientes, por cuyo dolor don Quijote comenzó a dar los mayores gritos que pudo. Oyendo lo cual el duque y la duquesa, y considerando lo que podía ser, con mucha presteza acudieron a su estancia y, abriendo con llave maestra, vieron al pobre caballero pugnando con todas sus fuerzas por arrancar el gato de su rostro. Entraron con luces y vieron la desigual pelea; acudió el duque a despartirla, y don Quijote dijo a voces:

—¡No me le quite nadie! ¡Déjenme mano a mano con este demonio, con este hechicero, con este encantador, que yo le daré a entender de mí a él quién es don Quijote de la Mancha!

Pero el gato, no curándose destas amenazas, gruñía y apretaba; mas en fin el duque se le desarraigó y le echó por la reja.

CERVANTES, M., Don Quijote de la Mancha, Segunda Parte, capítulo XLVI.

Estos gatos cervantinos, a pesar de su difícil y estruendosa entrada en escena (¡metidos en un saco nada menos!) fueron dignos contrincantes para el caballero de la triste figura. ¡No es de extrañar que les confundiese con diablos y hechiceros! Esperamos que os haya gustado el fragmento y os animamos desde aquí a leer tan famosa obra de principio a fin, honrando de esta manera las aventuras del valiente hidalgo y de su leal escudero.

lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Te gusta la Navidad? Encuesta de diciembre

¡Y aquí tenemos a diciembre! Es este el mes en el que empieza el invierno, el mes en el que acaba el año, el mes en el que se celebran las fiestas navideñas, el mes de la lotería, el mes de los buenos deseos... De todos los meses creo que diciembre goza de una especial categoría y relumbrón a causa de ser un momento del año en el que coinciden las ilusiones de un montón de personas y animales. Ojalá que muchos de esos sentimientos positivos y de esos buenos propósitos alcancen puerto y no se apaguen con las luces que iluminan estos días nuestros pueblos y ciudades...

Pero aquí estamos para presentar la nueva encuesta de La Gatera y lo que queremos preguntaros en esta ocasión es si os gusta la Navidad. Muchos humanos disfrutan de estos días en los que todo se tiñe con un manto de alegría, brillo y color. Pero ¿qué ocurre con nosotros? Gatos, perros y otras mascotas, ¿disfrutamos igual de estas festividades? ¡Vamos a averiguarlo!

Así, la pregunta de este mes está clara: ¿Te gusta la Navidad? Y las respuestas entre las que podéis seleccionar la vuestra son las siguientes:
  • Sí, me encanta la Navidad, para aquellos amigos de cuatro patas que disfruten como enanos con tantos adornos, regalos y visitas familiares.
  • No me gustan estas fiestas, para los compañeros que, en general, prefieran la tranquilidad al ajetreo navideño.
  • Me resulta indiferente, para aquellos lectores que vivan estos días como otro cualquiera.
  • En casa no celebramos la Navidad, porque no en todos los hogares hay lugar para estas fiestas.
Como siempre, encontraréis el cuestionario en la columna de la derecha. Podréis seleccionar varias respuestas a la vez para que queden plasmadas todas las opiniones presentes en casa. Y sin más, esperamos vuestros votos y vuestros comentarios, que la Navidad da mucho juego y seguro que tenéis mucho que contar.

Por cierto, seguro que para alguno de nuestros lectores esta va a ser su primera Navidad. Si este es el caso, os recomendamos que os guardéis el voto hasta haber vivido al menos parte de estas celebraciones: ¡recordad que la encuesta estará operativa durante todo el mes!

Resultados de la encuesta de noviembre

Desde hace unos días estamos disfrutando por estas tierras de la llegada del frío. El otoño nos avisa con un mes de antelación de lo que nos tiene preparado el invierno. Y así estamos todos, entonando cantinelas quejumbrosas en contra de las bajas temperaturas. ¡Brrrrr! ¡Tiritona, por aquí! ¡Brrrrr! ¡A ver quién es el guapo que sale, por acá! Pero en realidad (y aunque cada año los medios de comunicación nos lo vendan como una novedad) el abrigo, la bufanda y la manta es lo que toca en estas fechas. Así ha sido y así será, con permiso del temido cambio climático...

Precisamente de naricillas frías y de patitas heladas iba nuestra encuesta de noviembre. Y los resultados no dejan lugar a dudas: a la pregunta ¿Eres friolero? la mayoría habéis contestado con un sí rotundo mientras os arrebujabais en vuestras cálidas mantitas delante del ordenador (Ejem, ejem...) Los resultados, voto a voto, son los siguientes:

  • Sí soy friolero ha obtenido 16 votos de 23, lo que supone un aplastante 69,6% del total.
  • No soy friolero ha sido la opción menos elegida, con tan sólo 2 votos de un par de valientes que han conseguido un 8,7% del total.
  • La respuesta A veces ha sido seleccionada en 5 ocasiones, abarcando los indecisos térmicos un 21,7%.
¡Esperamos que estas cifras y estos porcentajes no os dejen helados! A nosotros sólo nos queda agradecer la participación de los 21 lectores que con sus votos han hecho posible que nuestra encuesta funcione un mes más. Y sólo nos queda deciros que os abriguéis bien, que el viento, el hielo y la nieve vienen pisando fuerte en este diciembre recién estrenado.
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