¡Marchando una hamburguesa!

El mes de marzo es el mes en el que celebramos dos de los tres cumpleaños felinos de nuestra casa. El día 3 es el de Noa (de ahí que hace unas semanas os habláramos de un Día especial) y el 21, el de Elmo (este día fue el elegido por nuestra humana para que quedase fijado su cumple pues, como muchos sabréis, Elmito vino de un albergue y no conocemos su verdadera fecha de nacimiento)

El caso es que tanto aniversario no podía pasar inadvertido y, a pesar de que todos andamos un poco liados últimamente, el hecho de cumplir un año más siempre merece un detallito (o dos, o tres...) Y después de mucho esperar, ayer (¡por fin!) llegaron los regalos que nuestros humanos habían encargado. En las cajas que trajeron encontramos muchas cosas: un transportín nuevo (porque ahora somos tres), varios ratones, hierba gatera, plumeros, etc. Pero lo que más llamó nuestra atención fue, sin lugar a dudas, una enorme y mullida hamburguesa. Sí, sí, habéis leído bien: nuestros humanos nos han comprado una hamburguesa. Elmo y Noa, los cumpleañosos, se lo pasaron de lo lindo con tamaña sorpresa y hasta yo me acerqué a curiosear este nuevo cachivache felino, dejando de lado un rato la caja de cartón en la que había llegado (Y os aseguro que esto en el mundo de los gatos puede considerarse todo un éxito)

Os dejamos un par de fotos del momento para que os hagáis una idea de cómo es nuestro regalo. Y que conste que digo nuestro a pesar de que yo no cumplo años hasta julio porque pienso utilizar esta cálida y colorida burguer-guarida tanto como los demás, le pese a quien le pese. Pero bueno, esa ya será otra historia (Ejem, ejem...)

Visto lo visto, queridos lectores, ¿a quién no le apetece una hamburguesa?

¡Incomunicados!

Tras unos días sin dar señales de vida, queridos lectores, estamos aquí de nuevo para empezar la semana con energías renovadas. Eso sí, el que no va a afrontar con tanta alegría este lunes que comienza es nuestro malogrado teléfono, que dejó de dar señal, literalmente, el pasado viernes.

La investigación llevada a cabo en casa, digna del inspector Hércules Poirot, dejó pronto al descubierto la causa del repentino mutismo de nuestro terminal telefónico: ¡alguien había mordisqueado el cable hasta cortarlo completamente! Ante tal hallazgo, una lógica interesada y, a mi parecer, sin mucho fundamento llevó a excluir a los miembros humanos de esta familia de la lista de sospechosos, amparados en que roer cables no es el modus operandi propio de una persona (Si ellos lo dicen...) Pero entonces ¿quién habrá sido el artífice de tamaña fechoría? ¿La encantadora Noa? ¿El pequeño Elmo? ¿Yo mismo?

Debo confesar que algunos indicios apuntan hacia mi oronda figura, máxime cuando hace algunos años, en aquellos días en los que yo fui gato único de la casa, me dediqué a mordisquear con ahínco y sin coartada los cables del telefonillo... ¡Y es que todos tenemos un pasado! Pero ahora somos tres los gatos y gracias a esto la duda razonable prevalece. Además, el único que sabe lo que ocurrió aquel día con certeza es el desdichado teléfono y os aseguro, amigos míos, que ese, ese, no va a volver a decir ni pío... (Ejem, ejem...)

Y vosotros, queridos lectores de cuatro patas, ¿también habéis mordisqueado algún cable? ¿Habéis dejado incomunicados a vuestros humanos? ¿Sin luz? ¿Sin tele? ¡No dejéis de contarnos!

¡Felicidades, Elmito!

¡Felicidades, Elmito!

¡Porque este es el primero de una larga lista de años!

En la foto, podéis ver a nuestro peque relamiéndose con gusto, quizá al pensar en la rica latita que se iba a comer por su cumpleaños.

Ojos azules

¿Sabíais que todos los gatitos recién nacidos tienen los ojos azules? Su verdadero color no se define hasta dos o tres meses después de haber nacido.

En la foto podéis ver a Noa cuando aún tenía un par de meses y sus ojos estaban pasando del azul al ámbar...

Gat i Raspa

Esta mañana, mientras revisábamos el buzón de mail de nuestra Gatera, nos hemos llevado una grata sorpresa al descubrir que nuestros amigos de El Arca de Sue, ejerciendo el papel de improvisados reporteros de nuestro blog, nos habían enviado las fotos de un simpático felino urbano que se encontraron en su deambular por la capital del Turia. Las instantáneas venían acompañadas por las siguientes palabras:

"Hola amigos, soy Kanet. Aquí os mando las fotos que Sue hizo la semana pasada en un pasaje de Valencia cerca de la plaza de toros. Vio la tiendecita e inmediatamente se le vino a la cabeza vuestra GATERA, jejeje. No tienen mucha calidad porque era de noche y están hechas con el móvil. En realidad la tienda no tiene nada que ver con su nombre ni tampoco vendían nada para animales. Espero que os sean útiles para vuestra colección".

La verdad es que poco más os podemos decir sobre la tienda en cuestión (si alguien tiene información al respecto, que no deje de enviárnosla) pero nos ha hecho mucha gracia la imagen estereotipada de este gato con raspa de bigotes prominentes y ojillos maliciosos. Así que, esperando que os guste, queridos lectores, os dejamos con este diseño sencillo pero evidente que viene a demostrarnos una vez más que los gatos pueden vigilarnos desde cualquier punto de la ciudad.

Camuflaje perfecto (o casi)

Día especial

Hoy es un día especial en casa.

¿Alguien adivina por qué?

Tranquilos, que en los próximos días os lo contamos.

Pista: una chiquitaja pasa del 3 al 4...

¿Te han hecho alguna radiografía? Encuesta de marzo

Pues, como podréis comprobar, de radiografías va nuestra encuesta del mes de marzo y es que el lunes tuve que padecer en mis propias carnes la incómoda pose bajo los rayos X. Este nuevo trance en la clínica veterinaria (del que ya os hablaré largo y tendido más adelante) me ha llevado a plantearme cuántos de nosotros, queridos lectores de cuatro patas, hemos pasado por la ingrata experiencia de ser radiografiados y de ahí la pregunta que os planteamos: ¿os han hecho alguna radiografía?

Ya sea por un hueso roto, por sospecha de ingesta de objetos extraños o por cualquier tipo de lesión interna, decidnos si alguna vez vuestros veterinarios han necesitado tomar una imagen de vuestras interioridades para diagnosticaros. Las respuestas entre las que podréis elegir la vuestra en esta ocasión son simplemente Sí o No, porque no creemos que haya lugar para las dudas o titubeos. Así que mucho ánimo y a participar, que elegir respuesta para esta pregunta es la mar de sencillo y cuantos más votos recojamos, más interesantes serán los resultados. Ni que decir tiene que agradeceremos muchísimo cualquier comentario que acompañe a vuestros votos, aunque eso ya depende de vuestras ganas de confesar (Ejem, ejem...)

NOTA: Podréis encontrar el cuestionario de nuestra encuesta en la columna de la derecha. Y no os olvidéis de que, para que vuestro voto sea efectivo, tenéis que elegir la respuesta y pinchar en el botón en el que pone Voto. Como en otras ocasiones, será posible elegir varias respuestas simultáneamente para que puedan quedar reflejadas las distintas opciones presentes entre los miembros de cada familia.

Resultados de la encuesta de febrero

En vista de los resultados obtenidos por la pregunta de febrero podemos afirmar que, en general, a los lectores de La Gatera nos gustan bastante las alturas. Y es que no hace falta ser un lince en matemáticas para comprobar que con 17 votos y un 62,96% del total el Sí se ha convertido en la respuesta más popular. Le sigue a cierta distancia el No, que ha cosechado 7 votos, lo que supone un 25'92% de visitantes que prefieren tener los pies (o las patas, en este caso) bien puestos sobre el suelo. En último lugar nos encontramos con el No estoy segur@, siendo 3 los votantes que no tienen muy claro si les gusta eso de demabular por lo más alto.

Y con esto, queda cerrada nuestra segunda consulta del año. Sólo nos queda agradecer a los participantes su paso por nuestro cuestionario ya que sin ellos los resultados que hoy publicamos no habrían posible. Y también queremos dar las gracias, más calurosamente si cabe, a Ro y a Luna y Zeus por dejarnos además de su voto sus palabras en forma de comentario.