Todos aquellos que recuerdan el día que llegué a casa se sorprenden de cómo he cambiado, porque lo que encontraron al principio fue un gatito pachucho y desnutrido que nada tiene que ver con lo que soy hoy, un gatazo suave, esponjoso y de aspecto saludable.
Os pongo unas fotos de mi entonces y de mi ahora para que juzguéis vosotros mismos. En mi opinión y en la de mis humanos, la mejoría ha sido espectacular. Y que conste que en la foto que os pongo de 2005 ya estaba en tratamiento de todas mis dolencias y en proceso de recuperación... ¿Quién me ha visto y quién me ve?
Y es que la vida en las calles y en los albergues pasa factura a los cuerpos y al ánimo de los animalillos que, como yo, padecen en sus carnes el abandono y la espera. Espera, en el mejor de los casos, de una segunda oportunidad. En muchos otros, simple y triste espera... A mí, la fortuna volvió a sonreirme aquel 2 de enero de hace cuatro años y, desde entonces, he disfrutado de una vida de gato cómoda y regalada y de una familia que me quiere, me cuida y me protege. Ojalá que todos los amigos que esperan encontrasen lo mismo que yo conseguí aquel domingo cuando salté al regazo de mi humano...
Feliz Ano Novo Rumbo e Noa!
ResponderEliminarFico muito feliz que você tem uma família maravilhosa agora, Rumbo!
Thor
Feliz Ano Novo Rumbo e Noa!
ResponderEliminarFico muito feliz que você encontrou uma família maravilhosa que te ama muito, Rumbo!
Abraços
Thor
Feliz aniversario amigo,me alegra ver como te has puesto de hermoso con los cuidados y el cariño de una familia.Un fuerte abrazo!!!
ResponderEliminarFelicidades amigo. El cambio es notable, desde luego. Ahora estás mucho más guapo.
ResponderEliminarRonroneos.
Luna
Feliz Año!!
ResponderEliminar¡Jo, qué suerte tuviste, Rumbo! Me alegra mucho oír o leer este tipo de historias :)
Estás guapísimo.
Un saludo,
Tanakil.