miércoles, 2 de enero de 2008

Hoy hace tres años...

Hoy hace tres años que conocí a mis humanos. Habían venido al albergue donde yo vivía para informarse sobre cómo adoptar a un gato. El recorrido por las instalaciones les estaba desanimando bastante, porque muchos compañeros gatunos no estaban por la labor de dejarse acariciar por el primero que acercara la mano... ¡Y esto les asustaba tanto! Así que me subí al regazo de mi humano en un momento en el que le pillé desprevenido para decirles que no tuvieran miedo, que otros gatos les gruñían y les bufaban porque no confiaban en las personas después de haber padecido el abandono, los golpes y el frío de la calle. ¡Y resulta que les hice gracia! El flechazo fue instantáneo y desde entonces ellos forman parte de mi vida y yo de la suya. Así es como llegué a ser un gato felizmente adoptado: mis humanos me dieron una segunda oportunidad y yo, a mi manera, soy consciente de ello.

Cuando el veterinario me vio, calculó que debía rondar los seis meses, aunque mi tamaño era pequeño a causa de la mala vida que había llevado en las calles y de cierta desnutrición. Tardaron algo de tiempo en ponerme en forma, pero al final volví a ser un gato bastante sano y realmente guapo. De mi mala experiencia me queda una ligera cojera en las patas de atrás, unas cuantas cicatrices y recurrentes pesadillas que me asaltan de vez en cuando mientras duermo. Pero, al despertar, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy en casa con mis humanos y que aquí estoy a salvo. Cuando el susto pasa, sólo queda un leve rumor amargo en lo más profundo de mi memoria que me habla de aquel tiempo en el que fui un gato sin hogar...

Antes de terminar, quiero dedicar un recuerdo muy especial para todos aquellos compañeros y amigos que quedaron (y aún quedan) en albergues, protectoras y casas de acogida a la espera de que algún buen humano les brinde una nueva vida...

3 comentarios:

  1. Hoy cuando volvía a casa, con el frío que hacía, he pensado en todos esos gatitos que están en albergues o, peor aún, en la calle. Qué frío estarán pasando en estas fechas !! Espero que pronto puedan tener todos una segunda oportunidad.

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  2. A veces la suerte sonríe incluso a aquellos a los que parecía que les había dado la espalda. A mí me ocurrió... ¡Ojalá tu deseo se haga realidad, Cibeles82!

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  3. Qué historia tan conmovera Rumbo. Hasta este momento no sabíamos cómo habías llegado a casa. Ahora sabemos que eres un gato con muchísima suerte de haber tenido una segunda oportunidad, como otros tantos, pero que desgraciadamente aún son pocos.

    Ronroneos.

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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