jueves, 18 de junio de 2009

La excepción que confirma la regla

Pues resulta que estaba yo tan tranquilo ayer remoloneando por casa como cualquier mañana cuando, de repente y sin previo aviso, mi humana sacó el dichoso transportín. "Malo", me dije, porque nada bueno augura su presencia: o bien me llevan en coche, o me llevan al veterinario, o lo que es aún peor, ¡me llevan en coche al veterinario! Muy a mi pesar, los peores vaticinios se hicieron realidad y, después de un trayecto en coche corto pero intenso, llegamos a la clínica de mi veterinaria en Elche. Debo dejar claro que yo no tengo nada en contra de mis veterinarios, pero, si es posible, prefiero mantenerme a una distancia prudencial de al menos varios kilómetros de sus consultas (Ejem, ejem...)

No os preocupéis, queridos lectores, que no es nada serio lo que me ocurre, pero últimamente mi precioso pelaje no luce tan precioso como debiera y mi humana decidió que lo mejor era que mi veterinaria le echase un vistazo. ¡Y es que a mí la muda no me sienta nada bien! Me tocaron el pelo, me cepillaron un poco y mi veterinaria me recetó unas cápsulas con aceite que devolverán a mi manto el brillo y la suavidad a la que un gato como yo está acostumbrado. Hasta aquí todo fue bien, sin agujas ni termómetros de por medio. Y así estaba yo, deleitándome con la visita, cuando me enteré de que mi presencia en la consulta iba a ser aprovechada para comprobar cómo llevo mi dieta. ¡Oh, horror de los horrores! ¡Una vez más tuve que enfrentarme a la detestable báscula! El caso es que o la dieta me ha sentado muy mal o demasiado bien, según se mire, porque he engordado desde el 11 de marzo ¡350 gramos!: sí, amigos, en estos momentos estoy en el nada despreciable peso de 6 kilos y 250 gramos. Este ligero y reciente incremento que otorga a mis lorzas gatunas el certificado de calidad que se merecen, hubiese podido ser origen de una reclamación a los fabricantes del pienso adelgazante, pero lo cierto es que Noíta, comiendo lo mismo que yo, sí ha perdido los gramos que le sobraban y eso viene a confirmar que, en mi calidad de ser único y especial, debo ser la excepción que confirma la regla, aquel al que le engordan hasta las croquetas light (Ejem, ejem...)

Que conste que mi suplicio no acabó aquí. Resulta que a mi odiada prueba de la báscula vino a sumársele, en esta ocasión, un nuevo elemento de tortura: ¡la cinta métrica! La veterinaria tomó mis medidas de pecho y cintura (41 y 46 centímetros, respectivamente) y no creo que las quisiera para hacerme ningún traje... Yo ya estaba bastante mosqueado, pero como soy un gato formal fuera de casa, traté de comportarme dignamente. El veredicto médico en cuanto al tema de mi peso fue un nuevo cambio de pienso y volver a la clínica dentro de un mes para ver si adelgazo, engordo o me mantengo.

Debo confesar que, de toda esta experiencia, lo que más me duele es que ya ni mi humana niega que estoy algo fondón... ¡Si me lleva en coche porque dice que no puede conmigo! Antes se enfrentaba contra viento y marea por defender que esta era mi constitución, que era un gato fornido y de formas anchas. Pero ya no... Ahora ella también da la razón a aquellos que dicen que estoy gordo. ¡Ay, qué cruz! Me temo que esta va a ser una dura batalla en contra de la grasa y las redondeces extremas... Y digo yo: ¿no podríamos dejar la guerra contra el michelín para otro momento? Porque, viendo el éxito que estamos teniendo con el control de mi peso últimamente, pues al menos que me dejen comer lo que más me guste, ¿no? En fin, ya os contaré cómo sigue el tema a mitad de julio...

7 comentarios:

  1. Jejejeje, me ha encantado este post, es divertidísimo..jajajaja.
    Lindo gatito..me has alegrado el día (que era un pelín oscuro).
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Animo querido Rumbo, que ya verás que en menos de lo que baja un gato, estarás de nuevo tan galán como siempre, con el pelaje brillante y sedoso como el que mas, y unas medidas a punto… al menos eso dice tu horóscopo… por cierto ¿Qué signo eres?

    Maullido con admiración de
    Ro

    ResponderEliminar
  3. Pobre, que lindo gato eres.

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. jajaja, si es que hasta los gatos os debéis cuidar!!, mucho animo!!

    ResponderEliminar
  5. Pues vaya. Nosotras no tenìamos ni idea de esas cosas: hay comidas para no engordar? y a qué saben? ay no entendemos nada!! lo mejor va a ser que convenzas a tu humano, tienes que conseguirlo amigo.. sino te vemos todo el verano muy malamente..jeje
    Ronroneitos!

    ResponderEliminar
  6. Pues yo estoy como tú de rellenita Rumbo, y es lo mejor, así mullidita si te das un golpe lo esquivas, jijiji. Esperemos que no te mareen mucho con las salidas al Vete, que son un rollazo.

    Ronroneos.
    Luna

    ResponderEliminar
  7. ¡ Que mania tiene tu humana de que estas gordo !
    Tu dile que eres un gato de "complexión fuerte"...jo, a ver si te deja tranquilito...
    Pasaros por el blog para recoger un premio que esperamos que os guste...
    ¡¡¡ Humana de Rumbo,no te mosquees con él que no es de comer !!!
    Igual cree que es un saquito de pienso Royal Canin para gat@s exigentes que es el que nosotras comemos, y ni pasa por si engordas, que ya sabes "estan loc@s est@s human@s"
    Maulliditos y lametones porque ni Blue ni yo ladramos, somos unas galguitas muy silenciosas.

    ResponderEliminar

Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

----------