Hace unos días, nuestros humanos trajeron a casa una cesta muy, pero que muy rara... Gatos curiosos como somos, Elmo, Noa y yo nos propusimos enseguida descubrir para qué servía o había servido tan extraño contenedor. Y de esta manera, transformados en un trío de auténticos Sherlock Holmes, iniciamos nuestra detectivesca aventura.
El primero en acercarse a indagar fue el pequeño Elmo, algo intrépido aún a causa de su corta edad. El caso es que, después de mirar y remirar la cesta por fuera, determinó que el material del que estaba hecha era el esparto. "¡Qué curioso!", pensamos. "Parece que es una cesta de esparto".
El siguiente en intervenir fui yo que, con más maña que fuerza, me afané en retirar la tapa para comprobar desconcertado que la cesta no guardaba ningún objeto en su interior... "¡Qué raro!", pensamos. "Por lo visto se trata de una cesta de esparto y vacía".
En este punto, Noíta, ni corta ni perezosa, se metió dentro para olisquear concienzudamente hasta llegar a la conclusión de que la cesta había portado no hace mucho algún tipo de alimento humano. "¡Qué misterioso!", pensamos. "Es una cesta de esparto vacía que contuvo alimentos humanos".
A pesar de nuestras pesquisas, nunca sabremos con certeza lo que esta cesta pudo ser (yo escuché que nuestros humanos la llamaban algo así como cesta de Navidad, pero vete tú a saber...) De lo que sí estamos seguros es de lo que será a partir de ahora. ¡Elemental, queridos lectores! La convertiremos en una cesta 100% gatuna con la que jugar, en la que dormir y a la que arañar. Y, felices como estamos con nuestra recién gatunizada cesta, queremos dedicar esta entrada a todas las cajas, bolsas y otros embalajes que harán las delicias de miles de gatos durante estos días de celebración y fiesta. Porque, aunque para muchas cosas lo importante está en el interior, en cuestión de regalos y paquetes para un gato siempre, pero siempre, primará el envoltorio exterior (Ejem, ejem...)
El primero en acercarse a indagar fue el pequeño Elmo, algo intrépido aún a causa de su corta edad. El caso es que, después de mirar y remirar la cesta por fuera, determinó que el material del que estaba hecha era el esparto. "¡Qué curioso!", pensamos. "Parece que es una cesta de esparto".
El siguiente en intervenir fui yo que, con más maña que fuerza, me afané en retirar la tapa para comprobar desconcertado que la cesta no guardaba ningún objeto en su interior... "¡Qué raro!", pensamos. "Por lo visto se trata de una cesta de esparto y vacía".
En este punto, Noíta, ni corta ni perezosa, se metió dentro para olisquear concienzudamente hasta llegar a la conclusión de que la cesta había portado no hace mucho algún tipo de alimento humano. "¡Qué misterioso!", pensamos. "Es una cesta de esparto vacía que contuvo alimentos humanos".
A pesar de nuestras pesquisas, nunca sabremos con certeza lo que esta cesta pudo ser (yo escuché que nuestros humanos la llamaban algo así como cesta de Navidad, pero vete tú a saber...) De lo que sí estamos seguros es de lo que será a partir de ahora. ¡Elemental, queridos lectores! La convertiremos en una cesta 100% gatuna con la que jugar, en la que dormir y a la que arañar. Y, felices como estamos con nuestra recién gatunizada cesta, queremos dedicar esta entrada a todas las cajas, bolsas y otros embalajes que harán las delicias de miles de gatos durante estos días de celebración y fiesta. Porque, aunque para muchas cosas lo importante está en el interior, en cuestión de regalos y paquetes para un gato siempre, pero siempre, primará el envoltorio exterior (Ejem, ejem...)
Mira que son curiosos estos felinos!Anda que no van a disfrutar ni na con esa cestita de esparto....jejeje.
ResponderEliminarBstes.
Seguro que la disfrutan al máximo... el esparto es lo que tiene. Ya me los imagino en plena faena.
ResponderEliminarBesos
Saludos navideños:
ResponderEliminarDías dichosos y extensivos durante el 2010 tienes en mi Blog
http://brujacurandera.blogspot.com/2009/12/deseos.html
un obsequio especialmente para ti.
Amores de
Ro
Los gatitos son todos iguales, les pones una caja y son felices, sobre todo si pueden afilarse las uñas a ella...
ResponderEliminarY que lo digáis... siempre es más divertido el paquete, jiji.
ResponderEliminarDebe ser divertida de arañar, no?
Ronroneos.
clarooo no tienen precio los embalajes!!!! :)
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