Hoy hace siete años...

Ummmm. Tenían mucha razón los latinos al afirmar que tempus fugit. Y es que hoy, 2 de enero, aunque parezca mentira, hace exactamente siete años que mis humanos y yo nos encontramos en el albergue de animales. Esta historia que es la mía, queridos lectores, ya la he contado en otras ocasiones: ellos pasaban por allí, yo salté al regazo de mi humano, les robé el corazón y no pudieron hacer más que adoptarme. Parece que fue ayer pero lo cierto es que desde entonces ha llovido bastante y han ocurrido un montón de cosas: la llegada de Noa, la inauguración del blog, los viajes de mis humanos, la llegada de Elmo,... ¡Y es que siete años dan para mucho! Las incipientes canas que salpican aquí y allá mi distinguido pelaje azul son la prueba de que hace tiempo que dejé de ser un gatito para convertirme en todo un gato rico en experiencias, ilusionado ante lo que ha de venir y cada vez más lleno de recuerdos entre los que siempre atesoraré el de esa mañana de enero en la que un pequeño salto permitió que mi vida y la de mis humanos quedaran unidas para siempre.

Cada año aprovecho esta fecha para dedicar un recuerdo especial a los amigos de cuatro patas que, como hice yo, esperan en centros de acogida y refugios que sus vidas den un giro a mejor, pero este año, coincidiendo con un repunte significativo de los casos de abandono a la sombra de una crisis económica que ni gatos ni perros entendemos, quizá sea pertinente unir nuestras voces además en apoyo de las personas que con su esfuerzo tratan de sacar adelante contra viento y marea las vidas de muchos de estos animales a los que la vida con sus sinsabores les ha jugado una mala pasada. Esperemos que el 2012 traiga consigo un panorama menos negro, un poco más de responsabilidad y mucha energía para sacar adelante a todos esos animales que merecen sin duda una oportunidad de ser felices.

Para aquellos que queráis conocer más detalles sobre el principio de mi historia os dejo este enlace:

- Hoy hace seis años...