jueves, 9 de mayo de 2013

Jonesy, el pasajero felino

Hace ya algunas noches en casa disfrutamos de la película Alien, el octavo pasajero que, dirigida por Ridley Scott y estrenada en el año 1979, narra la claustrofóbica odisea espacial de la nave Nostromo y de sus tripulantes al verse enfrentados a una espantosa criatura alienígena; germen de toda una saga y erigida a estas alturas en un clásico dentro del género de la ciencia ficción y del terror, desde nuestro rinconcito felino consideramos fundamental ir más allá de las críticas cinematográficas convencionales para reivindicar alto y claro la magnífica interpretación del gato Jones, conocido cariñosamente como Jonesy y cuya valiosa contribución artística constituye el contrapunto perfecto para algunas de las escenas más espeluznantes de la cinta.

A lo largo del metraje, Jonesy, de llamativo pelaje rojo en contraste con la frialdad del espacio exterior y noveno pasajero a bordo tras la irrupción del monstruoso alien, recorre la nave de arriba a abajo tratando de escapar del desastroso desenlace que se barrunta sin conseguir evitar con su deambular toparse cara a cara (y en más de una ocasión) con el destructivo bichejo aunque logrando, eso sí y a pesar de todo, sobrevivir para contarlo (o, mejor dicho, para maullarlo...)


Yendo más allá del guión, entre las curiosidades del rodaje relacionadas con su protagonista gatuno destacan la reacción alérgica que su pelo en combinación con un cosmético provocó en la actriz Sigourney Weaver (la archiconocida teniente Rippley), el hecho de que su papel fuera interpretado por cuatro gatos distintos (lo cual llega a notarse si uno se fija un pelín...) o que para conseguir los bufidos de una de sus escenas estelares recurrieran a asustarle con un perro pastor alemán. ¡Cosas del cine!

Para aquellos que sintáis curiosidad sobre el tema, os recomendamos un par de entradas de las que hemos consultado a la hora de documentarnos:
  • "Gatos viajeros (III): Jonesy, el noveno pasajero", en El viajero digital. Precisamente se trata del post que estaba consultando Elmo cuando tomamos la foto que ilustra nuestra entrada. Y, ya puestos, os recomendamos un vistazo al resto de artículos que el autor ha dedicado a gatos trotamundos. ¡Altamente recomendables!
  • "El gato de Ripley", en Soy un gato. Aquí Kira nos descubre el secreto de los verosímiles bufidos de Jonesy, ¡tan reales como la vida misma a golpe de ladrido!

8 comentarios:

  1. Vaya, eso de que aparecen cuatro gatos distintos, hacen que me den ganas de verla (o volverla a ver, no sé muy bien si la he visto), solamente para ir diferenciando uno de otro :)!

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  2. ¡Cómo mola! Ferny quiere incursionarse también en el cine.

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  3. Esta película me transtornó con el monstruo que apenas me acuerdo de que salía un gato !!!!
    Pobres gatos actores, cuatro por falta de uno!!!! jejjejeje
    Ronroneos gatunos!!!!

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  4. Pues la verdad no me habia fijado en ese detalle.Gatisaludos de Merlina.

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  5. ¡Oh, me ha encantado esta entrada! :) 'Alien' es una gran película, que tuve la oportunidad de revisionar el año pasado, pues apenas recordaba desde la última vez que pasó por delante de mí cuando era niña. Me parecen muy curiosos los datos que comentáis sobre el gato y me voy directa a los enlaces que habéis usado para la documentación.
    Un saludo gatuno =^^=

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  6. Qué mal rato han tenido que pasar esos pobres gatos: aliens, perronazos, el ruido del Nostromo, meses y meses por el espacio y encima ¡seguro que la comida era de pena!
    Descartado, no me haré ni astronauta, ni actor.
    Gracias por mostrar lo que hay tras bambalinas. En realidad gracias a Elmo ¿no? que fue el que empezó a investigar

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  7. La última vez que ví la peli precisamente me pregunté cómo habrían conseguido ese bufido tan sentido, y mira tú por donde me encuentro hoy con la explicación...
    Es la típica curiosidad que cuentas en una cena con amigos y quedas de cinéfilo total ;)

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  8. No me acordaba del super gato de alien! cierto! había uno y conseguía sobrevivir..aunque por el camino nos dejaba algunos sustos eh..

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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