- 6 amigos han votado la opción del Sí, constituyendo un 22% del total.
- 21 participantes seleccionaron el No, suponiendo el 78%.
Así, la mayoría de nuestros lectores han confesado no convivir habitualmente con niños pero comprobamos que un porcentaje nada despreciable (el 22%) sí comparte su día a día con humanos en versión infantil. Esta coexistencia mascota-niño es realmente beneficiosa para ambas partes siempre que se constituya desde el respeto y el cariño. Y cuando esto se consigue os aseguro que no hay nada más bonito que esa estampa cuajada de compañerismo e intimidad fruto de esa relación profunda, sincera y generosa que sólo puede darse entre la mascota y su niño, en definitiva entre dos buenos amigos. Seguro que conocéis casos de perros que vigilan a sus pequeños humanos, gatos que les arrullan durante su sueño, conejos o hamsters que les incitan a jugar,... Se trata de seres que se entregan al 100% en esa relación mágica que convertirá en mejores personas a esos niños que en un futuro no muy lejano serán adultos responsables e irremediablemente más respetuosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!