Con la jornada de huelga general aún fresca en nuestra memoria, hoy os traemos varias pintadas del wild cat o gato negro, símbolo del movimiento anarcosindicalista, que a raíz del 29 de marzo aparecieron en varios puntos a lo largo de la carretera N-340 entre las poblaciones de Elche y Alicante.
Ideologías aparte, la historia de este felino salvaje erigido en símbolo es realmente interesante, viniendo a representar con su lomo arqueado, su pelaje erizado y sus uñas y dientes prestos al ataque al sindicalismo más radical y revolucionario. Y lo cierto es que esta sencilla silueta en evidente postura de guerra lo dice todo sin dejar lugar a interpretaciones alternativas.
Sólo o acompañado por otras figuras, estos gatos monocromos de tamaño pequeño y fiera pose son una muestra más de las tan comunes pintadas a base de plantilla y pintura en espray, resultando las efímeras obras en este caso más atractivas si cabe no por su sencilla factura ni por su diseño atribuido al sindicalista de la primera mitad del S.XX Ralph Chaplin, sino porque tras la felina forma se esconde una intención y un mensaje que, investigando un poco, hemos podido desentrañar.
Qué interesante, creo que nunca había visto esta pintada. Representa a la perfección el enfado, yo también me pongo así cuando me llevan la contraria ;)
ResponderEliminarCierto, querida Gema: compartimos tu opinión y creemos al igual que tú que este gato erizado simboliza a la perfección la indignación y el espíritu de lucha, resultando muy apropiado para el movimiento que representa. De todas formas no sabemos si este oscuro felino conseguirá expresarse por mucho tiempo, puesto que ayer ya habían cubierto algunas de las pintadas que teníamos localizadas para fotografiar... ¡Ains, si es que el arte urbano es tan efímero!
ResponderEliminar¡Saludetes y gracias por pasarte!
La verdad es que es genial, un gran símbolo para expresar la disconformidad de los trabajadores.
ResponderEliminarNecesitamos la misma crispación del gato para llevar al país a buen puerto. Sin erizar el lomo y sacar las uñas no se consigue nada.
Gracias por compartirlo con nosotros!
Besines!
Creo que en estos momentos todos estamos identificados con esos gatos en actitud de ataque .
ResponderEliminarElvira, De la Vega: ¿Quién sabe? Quizá es el empuje de un irrefrenable gato salvaje y en guardia lo que se necesita tanto en tiempos difíciles como en momentos de bonanza para no dejar de avanzar...
ResponderEliminar¡Saludetes y gracias por comentar!
lo cierto es que me encanta! aunque no me gusta que en cierta manera potencie esa visión negativa de los gatos... que somos un amor!
ResponderEliminarpero tal y como están las cosas, a quién no se le eriza?
Querida Oki: Creo que por buenos que seamos, todos (ya seamos gatos o humanos...) tenemos un lado oscuro. Lo que pasa es que unos crían la fama y otros... ¡pues ya se sabe!
ResponderEliminarDe todas maneras, estamos contigo: los gatos domésticos, por regla habitual, somos un amor...
¡Saludetes!
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ResponderEliminarNi sindicalismo ni puñetas... esa es la marca de la dominación felina a los humanos... ¡muahahahahá!
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