viernes, 13 de abril de 2012

¡Miaou!

¿Sabíais que los gatos intensificamos la pronunciación de cada una de las letras que componen el MIAOU en función de nuestros objetivos y/o motivaciones? Así, una M intensa expresa necesidad de contacto físico y, por lo tanto, un buen momento para mimos y achuchones. En cambio, una I larga y pronunciada es señal de que algo no va bien, indicando que sentimos dolor, malestar, agobio o angustia. Si la fuerza del maullido recae en la A, deberéis captar que necesitamos algo con urgencia: se trata, por ejemplo, del típico maullido que emitimos mientras nos preparáis una ración de rica latita (Mmmmmm...) Finalmente, la intensificación de la O o de la U viene a significar frustración ante algún objetivo no conseguido, normalmente porque no habréis captado los mensajes relacionados con la M, la I o la A anteriormente descritos. (Ejem, ejem...)

Fue Mildred Moelk, una psicóloga estadounidense, quien en el año 1944 llegó a esta y a otras interesantes conclusiones sobre la vocalización del gato doméstico tras una serie de completos estudios al respecto, siendo en nuestra opinión sorprendente que los trabajos actuales sobre comunicación acústiva felina aún se basen en sus investigaciones.

Para los que queráis descubrir algo más sobre este interesante tema, dejamos aquí la referencia al artículo en el que esta autora recopiló el extensísimo vocabulario felino compuesto por variedad de murmullos, patrones vocales y patrones de intensidad forzada (Casi nada, ¿eh?) que logró clasificar escuchando y estudiando durante casi cinco años los sonidos emitidos entre otros por sus propios gatos, aunque estamos seguros, queridos lectores, de que sin necesidad de leerlo ya sois capaces de entender al menos parte de lo que de vez en cuando queremos contaros, ¿o no?

MOELK, M. "Vocalizing in the house-cat; a phonetic and functional study", American Journal of Psychology, 57, nº 2, 1944, pp. 184-205.

¡Por cierto! Entre los sonidos felinos estudiados por la Dra. Moelk no podía faltar el ronroneo o purr, objeto de nuestra encuesta de este mes. ¡No dejéis de participar!

10 comentarios:

  1. Ferny habla y va charlando por el pasillo. Cuando le hablo, también me contesta. La gente flipa, porque sus ruidos no son de un gato normal xD

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  2. Me ha hecho mucha gracia lo de "frustración ante algún objetivo no conseguido, normalmente porque no habréis captado los mensajes relacionados con la M, la I o la A anteriormente descritos"... jiji, que sí, que he captado el mensaje anterior, pero que no se puede comer toooodo el rato!!

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  3. Qué curioso! Para que luego digan que los gatos no hablan, jejeje! :)
    ahora a ver si me dicen qué significan los murrús y purrús que hace mi gato ta a menudo xD

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  4. Sagu aprendió a hablar desde que llegó Hirua. Se ve que como ella tiene más mundo le ha enseñado varios idiomas. Ahora no para el tío de decir cosas raras.

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  5. Que fabulosa y útil información , desde luego los gatos son especiales en todo , te cuento que Merlina emite unos seudo maullidos que deben ser otro idioma gatuno , no parece que sea una gata la que esta pronunciando esos sonidos inverosímiles.

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  6. Holaa, y ¿se habla del sonido "gallina a punto de poner huevo" que hago yo a veces, toda mimosa?
    Gracias por haber pasado a desearme buenas cosas!!
    Saluudos!

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  7. Hola a tod@s.

    Nos encanta que os haya interesado el tema aunque por vuestros comentarios y preguntas vemos que en cada casa se habla un gatuno distinto.

    En realidad los estudios de M. Moelk van más allá de los simples maullidos, así que seguro que esos sonidos tipo gallina a punto de poner un huevo de Efi, los pseudo-maullidos de Merlina, las cosas raras de Sagu e Hirua, los murrús y purrús de Jan Jan o los ruidos de gato no normal de Ferny están clasificados (aunque os pueda parecer increíble) en alguno de los grupos de vocalizaciones felinas que estableció esta autora, ya que otra teoría que trasciende de sus estudios es que a pesar de existir similitudes entre el habla de todos los gatos, cada uno "customizará" su forma de vocalizar en función de sus propias circunstancias (entorno, familia, coexistencia o no con otros gatos...) Vamos, que todos hablamos lo mismo pero cada cual con su propio dialecto. Curioso, ¿no?

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  8. ¡Um! ¡Que casi me olvido! Eso de que no se puede comer todo el rato es ciertamente refutable, querida Gema (Ejem, ejem...) Te lo dice un experto en el tema que vive a dieta y se ve obligado a pronunciar intensamente el OU con más frecuencia de la que quisiera...

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  9. puffff, qué tarde llego siempre a todo...

    lo cierto es que mamá dice que mi mamá debió ser una gata sordomuda porque yo emito unos ruidos que no se pueden catalogar apenas de maullidos...

    una, que es original hasta para eso =^_ =

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  10. Mmmm... Interesante lo de tus ruiditos, Oki. Y es que hay muchos gatos que casi no maúllan o no lo hacen nunca... Quizá sea este un tema apropiado para una de nuestras encuestas felinas.

    ¡Miaou!

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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