miércoles, 12 de diciembre de 2007

Decoración Navideña (2ª parte)

Pues sí, queridos lectores. Mis humanos ya han terminado de adornar mi casa. No ha quedado demasiado mal: un árbol de mentira en el salón, muchos peluches, muchas cintas, muchos cascabeles... ¡Lo normal! Yo me he mostrado indiferente durante toda la operación, fingiendo que dormía... ¡Y que conste que he dicho fingiendo! No podía demostrar abiertamente la emoción que me producen todas esas cositas relucientes y brillantes... Además, ya tendré tiempo de sobra para rematar ciertos detalles: se tira esto, se quita aquello y ¡asunto resuelto! Que los gatos tenemos un sentido estético exquisito y lo arreglamos todo en un visto y no visto. Eso sí, mejor cuando mis humanos no miren, que parece que se molestan un poco cuando me apoyo "suavemente" en el arbolito para "retocar" la decoración (Ejem, ejem...)

Si os soy sincero, lo cierto es que no es un simple afán de mejora lo que me impulsa de vez en cuando a abalanzarme sobre alguno de los adornos... Puedo añadir en mi defensa que son esos muñecos y estrellas los que me incitan a cometer el supuesto delito, porque los veo ahí, colgando de las ramas, balanceándose a mi paso... ¡Provocadores! Aunque, bien pensado, mis intervenciones customizadoras permiten que nuestro árbol sea totalmente original... ¿Qué más se puede pedir?

Nada, nada... ¡Ahora mismo me voy para el salón a dejar el árbol precioso! Del belén ya me encargaré otro día...

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