viernes, 10 de octubre de 2008

El hilo de Ariadna

¿Os habéis parado a pensar alguna vez en la cantidad de mascotas que se pierden cada día? Según me cuenta mi humana, son numerosísimos los carteles y anuncios que informan por las calles de la desaparición de algún animal. Los perros son los más habituales en este tipo de avisos, quizá a causa de su necesidad de salir a la calle, aunque los gatos no se quedan atrás. Otros animales, como las aves exóticas o los conejos, son cada vez más frecuentes en este desgraciado ranking de extraviados.

La difusión de casos a través de foros, blogs y páginas web es otro medio en auge al que recurren aquellos humanos que, desesperados, tratan de recuperar a su amigo desaparecido. Hay ocasiones en las que estas llamadas de auxilio y los esfuerzos invertidos en la búsqueda tienen su recompensa y todo queda en un susto. Pero en muchos casos, nada se vuelve a saber del compañero perdido... Y es que algunos no sobreviven a sus primeras horas en la calle; otros se desorientan y terminan deambulando por la ciudad en busca de la suerte que un día les abandonó; y unos pocos, a pesar de ser recogidos por personas de gran corazón, no pueden retornar con sus familias porque sencillamente no iban identificados.

Y es que identificar hoy a vuestras mascotas es fundamental para evitar lágrimas futuras. De vez en cuando se dan casos excepcionales, como el del loro japonés que se perdió y dio su dirección a la policía, pero la verdad es que esto no suele ser lo habitual. Y por eso lo mejor es que nuestros humanos nos proporcionen los medios necesarios para hacer saber a otras personas de dónde venimos, contando así con ese hilo de Ariadna que nos devuelva a su lado y nos salve del laberinto del mundo exterior. Si hablamos de gatos o perros, algo tan sencillo como llevar colgada al cuello una chapa con nuestro teléfono puede permitir que el regreso a casa sea mucho más probable. Otra opción interesante es la de que el veterinario nos inserte un microchip que contenga los datos de nuestros humanos para que, si nos despistamos y alguien nos recoge, podamos ser reconocidos en cualquier clínica o refugio a donde nos lleven. Un buen testimonio de la eficacia de este sistema podría ser la historia de la gata Dixie, que se ha reencontrado con sus dueños nueve años después de desaparecer gracias a la información custodiada bajo su piel.

Precisamente la encuesta de este mes trata del tema de la identificación y comprobamos con alegría que la mayoría de nuestros lectores recurren a un sistema u otro para caminar más seguros por la vida. Os recomendamos que no dejéis de votar si aún no lo habéis hecho.

Por si queréis conocer más detalles acerca de las aventuras del loro nipón o de la gata Dixie, os dejamos el acceso a las siguientes noticias:

Y por si no sabéis quién fue Ariadna ni la importancia que tuvo un ovillo de hilo para que Teseo consiguiera salir del laberinto, os dejamos el enlace a otra página en la que se explica esta maravillosa historia:

8 comentarios:

  1. Interesantes historias... pero como le haría con un hamster? Mi única idea a sido verificar una y otra vez que no pueda escapar de su casita ni de la habitación...

    Buen fin de semana!!!

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  2. Hola, Ari. La verdad es que con un hamster el tema de la identificación es más complicado... Qué tal una minicamiseta con su teléfono? (Es broma!)

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  3. Es cierto todo lo que dices... por suerte a mi nunca me pasó que se me perdiera una mascota, pero si me sucediera la angustia seria tremenda.
    Aca no se usan chips como en europa, pero Hécate tiene una medalla con el nombre y el telefono que no se saca ni para bañarse... :)

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  4. Cuanta razón tienes colega,es muy importante que los papis nos tengan identificados.A mi,hace ya varios años me pusieron el chip y así si un dia me perdiera,con pasarme el lector enseguida volveria con mis papis (espero qeu no ocurra nunca,por eso mami siempre lleva cien ojos sobre mi!!).
    Lametones amigo arf arf!

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  5. El día que me adoptaron, me insertaron el chip con los datos del "gran gato"; mi prima trinity de el escorial lleva una chapa con su nombre y el número de teléfono de sus papis... Aquí en Madrid la abundancia de carteles con animales extraviados es abrumadora... También se dá el caso terrible de desalmados que roban perros para usarlos de sparring en luchas caninas :(
    No puedo dejar de pensar en Silvi, la gatita consentida...
    Espero no perderme jamás...

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  6. Tenemos que confesar que ni Zeus ni yo estamos identificados, y es que no salimos de casa, ni nos dejan asomarnos por la ventana si mami no está delante, y eso que tenemos rejas... pero hay unos huecos por donde dice que si nos aplastamos podemos entrar... así es que como no salimos, no nos han identificado.

    Ronroneos.

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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