viernes, 2 de enero de 2015

Serendipia felina y diez años después...

Rumbo con pajarita
Estoy guapo con pajarita, ¿eh?
En estos días son habituales las campañas de protectoras y refugios para concienciar a la gente de que los animales no somos juguetes, tratando así de fomentar la adopción meditada, consensuada y responsable de aquellos que necesitan y esperan una nueva oportunidad. Porque un perro o un gato es un ser vivo con sentimientos al que hay que cuidar y querer no sólo lo que duran las vacaciones, sino con suerte muchos años. Pero a veces los comienzos, como por ejemplo en mi caso, no son todo lo organizados que en teoría debieran ser y muchos animaletes llegamos a la vida de nuestros humanos por una pura carambola del destino a la que vamos a llamar a partir de ahora serendipia felina. Sí, sí, serendipia, preciosa palabra que significa descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. ¿No os parece una definición maravillosa para todas esas relaciones gatunas con comienzos casuales?

El caso es que precisamente hoy hace la friolera de diez años desde que mis humanos me trajeron a casa desde un albergue de animales. Ellos se acaban de independizar el día anterior y decidieron pasar a informarse acerca de los trámites para adoptar. Pero la sorpresa fue que ese mismo día, sin tener nada preparado para recibirme, volvieron con un gato de unos seís meses (yo mismo) en un transportín prestado. Sólo fueron a mirar, muchos gatetes les bufaban, mi humano se agachó, yo me subí a su regazo y el resto es historia. Bueno, es nuestra historia. Y la verdad es que, a pesar de nuestro inesperado primer día, de que no tenían ni un cacharro para ponerme la comida y de que me adoptaron en periodo de vacaciones (cuando muchos expertos recomiendan que no se haga) no nos ha ido del todo mal, ¿no creéis?

En definitiva, el mensaje que queremos transmitir con esta entrada es que no importa que nos adopten en un albergue o que nos rescaten de debajo de un coche, que lleguemos de forma premeditada o por una chispa de serendipia, que las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir y si tienen que ser, os aseguro que serán. Así, por supuesto, si os planteáis adoptar un animal, reflexionad sobre lo que implica (mucho cariño pero también tiempo y gastos) y tenedlo bien, bien, pero bien claro. Aunque, eso sí, si el momento llama a vuestra puerta un buen día sin avisar, ¿por qué rechazarlo? Que a veces las cosas menos planificadas son las que mejor salen y si no fijaos en mí y en mi familia, todo un decenio juntos y que sea por muchos años más.

Rumbo con pajarita y árbol
Gracias a todos los que, siguiendo y leyendo este blog, también formáis parte de esta historia ;)

8 comentarios:

  1. ¡Ay Rumbo! ¡Qué me vas a contar de serendipia felina! Cada gato en casa tiene su historia y sería muy largo contar las 5 pero fue la Kaede la que empezó todo. Coincidió que una amiga montaba una protectora y que yo me lanzaba que vivir sola, vi una foto de un gato con ojos de búho (luego me enteré que las carey siempre son gatas...) y totalmente impulso dejé caer un comentario en su foto sin tener ni idea de lo que suponía compartir tu vida con un animal. Kaede fue el primer felino que entró en la familia y también el primero de muchos que se adoptaron en Adypa. Ella y yo somos almas gemelas por muchas cosas, por ejemplo, mi cumpleaños y el suyo son el mismo día: 12 de julio; y según una tabla que vi por Internet si equiparas los años gatunos a los humanos este verano ella y yo cumplimos la mismos: 28 años humanos - 3 años gatunos.
    ¡Feliz 10 años en familia Rumbo! Eres un afortunado y tu familia también :)
    ¡Miau!

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    1. Normalmente los humanos gateros sabéis bien de qué os hablamos en la entrada: un buen día vais por la calle, escucháis unos maulliditos y ¡zas! Un nuevo gato en vuestras vidas. O, como cuentas, navegáis por internet, descubrís una mirada irresistible, contactáis y ¡listo! Una nueva historia que comienza. Es más, sin buscarlo, muchas veces descubrís como en tu caso a vuestra alma gemela con cuerpo de gato. Y no es mero azar: es pura serendipia con resultado de hallazgo miauravilloso :)

      Por cierto, muchas gracias por las felicitaciones, Elena, porque creo que sí, desde ese imprevisto 2 de enero de 2005 todos somos un poco más afortunados por tenernos unos a otros y eso es algo que merece la pena recordar.

      Ronroneos para la hermosa Kaede, para el resto de tu familia y gracias por pasar por nuestra Gatera ;)

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  2. No te voy a felicitar, Rumbo, pues no veo razón para felicitarte por entrar hace diez años en TU casa. Eso sí, menudo chollazo para los ocupas humanos que ahí te encontraste, ¡Diez años seguidos permitiéndoles compartir tu espacio vital felino! Enhorabuena para ellos :)

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    1. Mira que tenéis razón, ¿eh? Pero el caso es que siempre viene bien contar con un par de humanos que te abran las latitas o que te limpien el arenero y como los míos no son muy pelmazos ni armadanzas, pues les dejo estar. Además, con el tiempo, que ya son 10 años, les he cogido cariño y todo... Ya veis, uno que es un esponjoso sentimental :)

      ¡Ronroneos por pasaros y gracias por acordaros de mis okupas!

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  3. Serendipia o amor a primera vista. Felicidades por ese décimo aniversario de adopción.

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    1. Gracias, Kira. La verdad es que para nosotros es una fecha muy especial que nos gusta recordar y compartir.

      ¡Ronroneos y mucho amor!

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  4. Qué bonitas son las historias de gatos que llegan por serendipia felina: transportines prestados, platos humanos como improvisados comederos...
    Felicidades, Rumbo. Y que sean muchos más.

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    1. Gracias, Gema. Y que tú los veas ;)

      Ronroneos y serendipia, ¡siempre!

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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