Con unas semanas tan frías como las que estamos viviendo, es fácil que la llegada de la estación blanca se confunda con los últimos días otoñales, pero lo cierto es que el invierno ya está aquí. En estas jornadas de bajas temperaturas os recordamos que lo mejor es recurrir a la fuente de calor viviente más cercana (ya sea humana u animal) para reconfortar los ateridos y destemplados cuerpos.
Siguiendo nuestro propio consejo, Noa y yo nos pasamos las horas abrazados y revueltos, componiendo un interesante y siempre equilibrado Yin y Yang gatuno. Otros gatos, en cambio, pasan gran parte del día solos o simplemente no aceptan lo de formar equipo con fines térmicos, tratando por todos los medios de entrar en calor por libre y sin ayuda de nadie. Y eso es precisamente lo que hacían Chiqui y Veva esta misma tarde: disfrutar de la calefacción y dormir a pata suelta, a lo que debemos añadir que es un consuelo que mis abuelitos humanos tengan la casa climatizada, porque a esas dos dormir juntas no les gusta demasiado... Lo importante es sacar calor de donde sea, que no es tiempo de derrochar energía. Así que a disfrutar todos de la estación recién estrenada, aunque si es debajo de una buena manta, ¡mejor que mejor!
Siguiendo nuestro propio consejo, Noa y yo nos pasamos las horas abrazados y revueltos, componiendo un interesante y siempre equilibrado Yin y Yang gatuno. Otros gatos, en cambio, pasan gran parte del día solos o simplemente no aceptan lo de formar equipo con fines térmicos, tratando por todos los medios de entrar en calor por libre y sin ayuda de nadie. Y eso es precisamente lo que hacían Chiqui y Veva esta misma tarde: disfrutar de la calefacción y dormir a pata suelta, a lo que debemos añadir que es un consuelo que mis abuelitos humanos tengan la casa climatizada, porque a esas dos dormir juntas no les gusta demasiado... Lo importante es sacar calor de donde sea, que no es tiempo de derrochar energía. Así que a disfrutar todos de la estación recién estrenada, aunque si es debajo de una buena manta, ¡mejor que mejor!
¿Esas son las gatitas de tu madre? ¿Cómo se llevan? ¿Va la cosa mejor?
ResponderEliminarDe humana a humana: Pues sí, son Chiqui y Veva, las gatas de mi madre. Y entre ellas no se llevan: conviven, pero lo justo y necesario. Si ni el frío ha sido capaz de unirlas me temo yo que pocos avances podemos ver en el futuro, pero por si las moscas, no perderemos las esperanzas!!!
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