
Con el año nuevo prácticamente a la vuelta de la esquina, desde nuestra Gatera sólo nos queda despedir al incierto 2011 y desear a todos nuestros lectores un 2012 lleno de esperanza y de sueños cumplidos.
¡Nos vemos (y leemos) el próximo año!



¿Sabíais que cada 10 de diciembre desde el año 2006 se conmemora el Día Internacional de los Derechos Animales? Se trata de una iniciativa que pretende recordar al mundo que los animales, por el mero hecho de estar vivos y por tener la capacidad de sentir somos merecedores al menos de derechos básicos como el de vivir o el de no padecer sufrimiento, algo aparentemente evidente e incluso regulado sobre el papel pero lamentablemente vulnerado con frecuencia en el mundo real.
Como cada 5 de diciembre en casa nos acordamos un año más de la heroica actitud de Gato, que se enfrentó a su instinto de supervivencia y arriesgó al menos alguna de sus siete vidas por salvar a sus humanas de las llamas de un incendio. Menuda historia, ¿eh? ¿Cómo? ¿Que no la recordáis? Pues pasad por aquí y echadle un vistazo al modo en que aquella fría mañana de finales de otoño un pequeño gato doméstico consiguió que quizá todo cambiara para nosotros.
En un instituto a las afueras de Elche localizaron nuestros humanos hace unas semanas a este gracioso gato blanco ligeramente desproporcionado. De factura simple y certera, su expresión simpática y relajada sobre fondo intensamente azul destaca claramente entre las demás pinturas que decoran el patio del centro de enseñanza en el que se ubica por su innegable y candorosa pose felina.
De un tiempo a esta parte os habréis dado cuenta, queridos lectores, que se ha extendido la costumbre de suavizar el lenguaje que empleamos con el propósito de erradicar ciertas palabras que pueden resultar despectivas u ofensivas en loor de lo políticamente correcto. Y así, siguiendo esta eufemística tendencia, no es nada raro encontrar a aquellos que rechazan el término genérico "mascota" e invitan a sustituirlo por el más neutro "animal de compañía", justificando este trueque en la afirmación de que el primero está impregnado de un halo de propiedad que equipara al ser vivo con un mero objeto e inevitablemente denigra la relación del humano con sus animales. Cada cual haga de su capa un sayo y sea fiel a sus ideas ya que nosotros no vamos a decirle a nadie como debe hablar o escribir pero que conste que este rechazo no deja de ser curioso, especialmente cuando se descubre que la palabra "mascota" proviene del francés "mascotte" que significa "talismán", aplicándose en origen a aquellos animales que se consideraban portadores de buena fortuna y, por extensión, a todos esos pequeños compañeros no humanos que consiguen transmitirnos con su energía y su cariño que cada una de nuestras jornadas sea un día de suerte. Y es que la mayoría de las veces no importa tanto que empleemos un término u otro sino que el concepto que para nosotros representa sea el adecuado, siendo más importante tener una mente sensata que una expresión 100% neutra.
Hoy os traemos las fotografías de unos gatos urbanos nada convencionales tomadas en Elche en octubre del año pasado. Y el caso es que tenemos tan poco tiempo y tantas cosas que contar que en esta ocasión, ¡paradojas de la vida!, os vamos a presentar a estos peculiares felinos una vez desaparecidos.
¿Qué gato no ha convertido alguna vez una sencilla caja de cartón en cuartel general felino? Y yendo un poco más allá, ¿qué humanos no han tenido que aguantarse con la dichosa caja-cuartel instalada cuasi indefinidamente en mitad de alguna habitación de la casa? Pues precisamente de eso, de cajas de cartón, es de lo que nos hemos propuesto hablaros hoy, queridos lectores. Y es que algo tan simple puede convertirse, a ojos de un felino, en guarida, refugio, garita, escondite y zona de juegos sin parangón, siendo en muchas ocasiones un punto a favor del tan pregonado y necesario enriquecimiento ambiental felino.
¿Sabíais que el gato tiene la capacidad de contraer sus pupilas verticalmente ante una luz brillante, reduciéndolas a su mínima expresión y evitando así quedar deslumbrado? Por el contrario, en momentos de poca luz, las pupilas del gato pueden abrirse hasta tres veces más que las de un humano, permitiéndole esta capacidad, unida al tapetum lucidum, disfrutar de una muy buena visión en la oscuridad.
Hoy, queridos lectores, venimos a hablaros de unos juguetes para perro y para gato artesanales, bonitos y la mar de solidarios: ¿se puede pedir algo más? Nosotros pensamos que no y por eso queremos presentaros aquí la iniciativa a través de la cual Ariadna y Julia, dos diseñadoras amantes de los animales, tratan de mejorar la situación de las mascotas sin hogar.
Una vez leído esto y viendo lo bonitos que son, ¿a qué esperáis? Pinchad en los enlaces, echad un vistazo a su blog y decidid cuántos Peluts os vais a comprar. Nosotros ya tenemos el nuestro y desde aquí queremos destacar la gran calidad con la que está realizado, la buena presentación con la que nos lo han servido y el encantador trato que nos han brindado en todo momento las promotoras de un proyecto con el que creemos que colaborar merece la pena. 

Nuestros abuelitos humanos por parte de humana visitaron hace más o menos un mes la isla de Ibiza, la mayor de las Pitiusas. Y allí encontraron entre otros a estos felinos urbanitas más que dispuestos a posar de forma desinteresada para su cámara fotográfica. Se trata de diseños sencillos a la par que simpáticos, encontrándose los dos primeros en Ibiza capital, mientras que el dúo de gatos insignia de una bodega se localiza en el pueblo de San Antonio.
Pues eso. Hoy podría ser un gran día pero me temo que no va a ser así. Y quizá os preguntéis por qué. Resulta que cada 13 de agosto en Elche se celebra la Nit de l'Albà y ya os hemos comentado en otras ocasiones de qué va: muchos cohetes, petardos y tracas, especialmente concentrados a partir de las 23:00, pero presentes con más o menos intensidad a lo largo de todo el día. Noa y yo lo pasamos mal con tanto ruido, refugiados en algún rincón de la casa, pero me da a mí que Elmo lo va a llevar bastante peor que nosotros en esta ocasión, máxime si tenemos en cuenta que en 2010 las fiestas resultaron más tranquilas de lo normal a causa de las lluvias y dejaron a estos felinos digamos que desentrenados para afrontar el festejo a un nivel normal. (Ejem, ejem...)
Si Elmo tuviera que elegir un lugar de la casa, puede que este rincón del sofá fuera su favorito. Y lo cierto es que aquí disfruta de buenos ratos y largas siestas. A mí me gusta más pasar las horas sobre la mesa de la galería o del salón y a Noa, en la cama de nuestros humanos: como veis entre nosotros el reparto de lugares ha sido perfecto y no hay demasiada competencia... ¿Y vosotros, queridos lectores? ¿Tenéis algún rincón favorito? ¿Competís por un mismo punto? ¡No dejéis de contarnos!
¿Sabíais que eso de que los gatos tenemos miedo al agua es falso? Se trata de una idea generalizada que nos mete a todos en el mismo saco, siendo muchos los felinos domésticos a los que el líquido elemento nos intriga, nos atrae o incluso nos vuelve locos más allá de la hora de beber. Mientras algunos simplemente jugamos con el agua que encontramos por casa, otros miran las duchas y bañeras en funcionamiento con ojos más que golosos, siendo no pocos los que de vez en cuando optan por darse algún que otro baño en solitario o incluso junto a alguno de sus humanos. Es más, quizá no os lo hayáis planteado nunca, pero los gatos ¡sabemos nadar! ¿Qué os parece? Como veis, la hidrofobia felina generalizada no es más que una leyenda urbana más.
En la fachada de una guardería de la calle Salesas de Salamanca descubrieron hace unos días nuestros abuelitos humanos por parte de humana a este simpático dúo compuesto por un gato y un ratón que, conjuntados en pose y tonos, desfilan alegres delante de un molino de viento de los de toda la vida. Era imposible que un conjunto así fuera ignorado por nuestros intrépidos reporteros viajeros que nos han enviado la foto para poder compartirla con todos nuestros lectores.

¡Qué dura es, a veces, la vida del paparazi! Y si no, que se lo pregunten a Elmo que, harto de esperar y esperar (y como buen gato que es), terminó hace unos días entreteniéndose con la correa de la cámara, dejando de lado la vigilancia y perdiéndose, quizá, la instantánea del año... (Ejem, ejem...)

Me llamo Rumbo y soy un gato urbanita que comparte sus experiencias cotidianas y sus reflexiones felinas con todo aquel que quiera leerlas. ¿Os animáis?Por eso los textos e imágenes de este blog están amparados por una licencia de Creative Commons.

¡La tortura no es cultura!

¡No uses pieles! Porque son un lujo manchado de sangre...

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